Ya en tres días más, este viernes, arranca aquí la temporada 2023 de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB). Como no se recuerda que haya sucedido igual en muchos años, ahora se observa gran entusiasmo entre los aficionados por el inicio de esta nueva campaña de la LMB. Algunos atribuyen este nuevo estado de ánimo por el juego de pelota al muy buen sabor de boca que dejó el Clásico Mundial, celebrado el pasado mes de marzo.
Se dirá que por lo general así suele ser en cada apertura de temporada, en cuanto a alegría, entusiasmo y muy buena asistencia al estadio. Y es cierto, porque en el deporte rey el día inaugural (ahora algunos ya le llaman el "opening day") es y será siempre un día -o noche- de fiesta beisbolera. La fecha en que renace la esperanza, en que la fe se agiganta y la confianza en la novena de casa parece no tener límite.
Tengo aún presente aquel rostro iluminado de felicidad que cada día inaugural lucía la inolvidable amiga y gran entusiasta lagunera al beisbol "Chanita" Quezada, exactamente el reverso del que solía mostrar cuando la temporada llegaba a su fin. "¿Y ahora qué vamos a hacer, sin beisbol, el siguiente medio año?", decía "Chanita" con tristeza.
Me tocó conocer aficionados, entre otros al gran conocedor del beisbol lagunero don Antonio Ramos Parga (qepd), que recordaban con gran emoción el juego inaugural de la primera temporada de Laguna en la LMB, la de 1940.
Recuerdos que tenían y contaban aquellos aficionados del primer día inaugural, hace 83 años: Que fue contra los Tecolotes de Nuevo Laredo, que el primer lanzamiento hecho por el pitcher de Laguna, Roy Williams, resultó tan, pero tan descontrolado que fue a dar directamente al back stop, muy alejado obviamente de la zona de strike del primer bateador del equipo rival, que fue el torpedero Guillermo González; en fin, que el precio del boleto de entrada a ese juego fue de 2 pesos en sombra y 75 centavos en sol.Ese primer juego de todos los tiempos en casa lo ganó Laguna, apuradamente pero lo ganó 6 carreras a 5. Y a pesar de que el encuentro se fue a extrainnings, tuvo una duración de apenas 2 horas con 20 minutos.
Ya veremos cuánto dura el juego del viernes. Desde ahora se puede afirmar que aun sin irse a extrainnings y ni con el apoyo que significa la nueva regla del reloj de pitcheo, durará 2 horas y 20 minutos. Muy probablemente se extenderá por mayor tiempo. Por cierto, los aficionados para disfrutar mejor del juego tendremos que familiarízanos pronto con esta nueva regla. ¡Play ball!