Con el gusto de siempre amigos lectores, en esta ocasión comenzaremos con una mala noticia para el pancracio lagunero, y es que hace apenas unos días falleció en la Comarca Lagunera quien fuera designado como el padre de la lucha libre moderna en el norte del país. Me refiero al empresario Carlos Elizondo, quien ya padecía de problemas cardiacos desde hace meses. Al escuchar esta triste noticia nos remontamos a las grandes temporadas dominicales a finales de la década de los 80's y principios de los 90's en el Auditorio Municipal, que se convirtió en la catedral de la lucha libre en la Comarca Lagunera, por la calidad de programas luchísticos que presentaba.
En aquellas ocasiones podíamos tener semana a semana a lo mejor de la baraja luchística del momento, como eran los gladiadores independientes, quienes no pertenecían a la Empresa Mexicana de Lucha Libre, hoy llamado CMLL.
Leyendas de la lucha libre como Mil Máscaras, El Hijo del Santo, Rayo de Jalisco, Tinieblas, Aníbal, Fishman, Gran Markus, Los Villanos, Los Misioneros de la Muerte, El Psicodélico, Los Hermanos Dinamita, Los Brazos, La Fiera, El Pirata Morgan, Jerry Estrada, Black Shadow Junior y Huracán Ramírez, entre muchos otros que principalmente luchaban en el Toreo de Cuatro Caminos de la capital de la República.
Carlos Elizondo como empresario tuvo el tino de hacer las luchas de apuestas más espectaculares y exitosas de los últimos años, en su principal centro de operaciones, la plaza monumental de Monterrey, donde realizó el máscara contra máscara entre Blue Demon y el Rayo de Jalisco, Blue Demon contra el Matemático, Hijo del Santo contra Espanto Junior, Doctor Wagner contra el Solitario, entre otras.
Aquí en Torreón tuvo el éxito de implementar a lo mejor de los luchadores de Monterrey, con estrellas nacionales. Recordamos al Doctor Karonte, el Mongol Chino, el Ninja, los Arqueros del Espacio, El Centurión Negro, Chacho Herodes, Valente Fernández, los tríos de los Thundercats, los Abogados del Diablo, los exóticos Bello David, Dany Gardenia y demás personajes de misma invención del promotor regiomontano. Se le recuerda aquí en Torreón por haber hecho aquella trilogía entre el Hijo del Santo y el Espanto Junior, poniendo a su máxima capacidad el inmueble de la avenida Colón tres domingos consecutivos con luchas de mano a mano, campeonato y la última por máscara contra cabellera.
Muchos luchadores de la vieja guardia en La Laguna lo recordarán con gran respeto y cariño por lo que dejó como enseñanza y escuela en la organización de funciones y marcando una gran época, haciendo gran mancuerna con el también promotor Carlos Padilla Muñoz. Descanse en paz, el promotor Carlos Elizondo, quien marcó el antes y el después en la lucha libre lagunera.
