Un placer volver a saludarlos, estimados lectores. Estamos de nueva cuenta con ustedes en esta tribuna deportiva. En esta ocasión me gustaría dar un punto de vista de lo que se está viviendo en la situación de Santos Laguna, como integrante de la Liguilla después de haber eliminado a Pachuca en su casa.
Escuchar hablar a Pablo Repetto después de los encuentros, en la percepción de un servidor, sobre todo después de este último partido ante Rayados en casa, me da la impresión de que el principal objetivo de Santos Laguna no es llegar lo más lejos o morir en el intento, como si la chamba dependiera de ello.
Es claro que este proceso que está viviendo el entrenador uruguayo es una pretemporada de lujo, con los ingredientes especiales de una Liguilla. Repetto llegaría a dirigir hasta el otro torneo, se decidió traerlo porque era ya insostenible y por salud mental de todas las partes, la ruptura con Eduardo Fentanes.
Es claro que todos quieren jugar bien y llenarle el ojo al técnico para poderse quedar el próximo torneo y hasta renovar contrato. Eso ha sido parte del gran cambio que se ha visto en el conjunto al cierre de la temporada. Lo que sí queda claro es que el quedarse en el camino está totalmente presupuestado, para nada en estas instancias sería catalogado como un primer fracaso para Pablo Repetto el quedar eliminado el próximo sábado en la Sultana del Norte. Sería totalmente injusto reclamarle al uruguayo, cuando nos parece que ya hizo más de lo que podía en las condiciones y circunstancias en las que llegó.
No podemos asegurar que eliminar a Monterrey y seguir avanzando no sea el objetivo, porque todos los partidos se juegan para ganarse, sólo en esta ocasión sentimos que esto queda en segundo término, pues desde este momento Repetto ya inició la preparación y la pretemporada del siguiente torneo, lo demás que escurra, es pura miel.