Es muy divertido escuchar refranes porque hay algunos que son de verdad ingeniosos, pero más divertido aún me parece oír los cambios que le hace el "habla popular" a los refranes porque no sabe o porque no entiende bien lo que sentencia ese proverbio o simplemente por despiste, porque hay mucha gente que se le olvida la forma correcta del refrán y dice lo primero que se le ocurre, que tal vez suena parecido pero a veces se convierte en curiosas frases que nos hacen reír en serio.
Algo así como:
Árbol que crece torcido, jamás será vencido.
De tal palo, tal ladilla.
Donde una puerta se cierra, éntrale por la ventana.
No hay mal que también no venga.
Le invito a imaginar a dos comadres que viven en la misma vecindad y que se encuentran tempranito en la azotea del edificio multifamiliar con la intención de usar los lavaderos antes que se aglomeren sus vecinas. En su plática, dicen:
-¡Ándele comadre, buenos días! Usté que dijo: No pos al que madruga dos lo ayudan.
-Pos claro que sí, comadrita… Imagínese: yo siempre he dicho que el que a buen árbol se arrima…
-El que a buen árbol se arrima no alcanzó a llegar al baño, comadre.
-¡Exactamente! Y por algo mamacita decía: lo que se ha de remojar que se vaya remojando.
-¡Claro! Oiga, comadre… Usté ya supo ¿no? Porque como dicen por ahí, si lo sepo yo, que lo sepa el mundo. Además, pos es un grito a voces.
-¡Andele! Por Dios que sí, comadre y luego sale la pelada con eso de que yo no tengo vela que me entierren…
-Fíjese nomás… ¡Oiga, qué mujer tan descarada! Y como yo le dije… yo le dije a la vecina: a chillidos de marrano, oídos de chicharronero, porque pos como dice mi viejo… dice, dice: no le tengas miedo al chile, aunque lo veas colorado, ¿no cree usted?
-No, pos sí, es lo que yo decía.
-Yo se le dije a ella, así frente con frente. Se lo dije: comadre, pero pos a ti te lo digo m'hija, entiéndelo tú mi nuera y la verdá es que no hay pior sordo que el que no quiere arder.
-Es lo que yo digo comadre, pos pa' que se hacen, ¿verdá?
-Bueno, y ¿con qué cree que me salió, comadre?
-¿Con qué?
-Pos no me va saliendo la vieja loca con un refrán.
-¡No! ¿De veras? ¿Con un refrán?
-Tal como lo oye, comadrita: ¡con un refrán!
-¡Habrase visto! No si por algo dicen que más sabe el diablo por diablo que por viejo y cuando el río suena, mejor déjalo correr y es que matrimonio y mortaja a él se lo rajan.
-Tiene usté razón, comadre. Además, ni tanto que alumbre el santo, ni tanto hasta que se queme.
¿Cómo la ve?
Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.
donjuanrecaredo@gmail.com Twitter: @donjuanrecaredo
ME PREGUNTA Carlos Villagómez: ¿Qué es lo correcto al referirse a una persona, decir género masculino o sexo masculino?
LE RESPONDO: Aplicado a personas o animales se puede decir de las dos maneras: género o sexo. Aplicado a cosas, no se debe decir "sexo" sino "género". Por ejemplo, una silla es del género femenino y un sillón es del género masculino.
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: No me preocupa el terrorismo… Estuve casado por diez años.