"Como veo doy…" "Voy tu apuesta y tanto más…" "Pago por ver..." Hay una serie de frases que se utilizan frecuentemente en los juegos de cartas de la mal llamada baraja inglesa, que son viejas conocidas nuestras -las frases- y es que esa baraja es con la que más familiarizados estamos.
Al estar jugando, tal vez a usted como a mí, le haya surgido alguna vez la curiosidad de saber quien diseñó las cartas y porqué pusieron ahí este o aquel personaje. Realmente las cartas de la baraja son algo más que simples instrumentos para jugar, que surgen en la Edad Media y representan diversos aspectos importantes de la vida de la época.
Cada carta representa a un personaje, un hecho notable, una situación, o el dominio de un imperio, según los acontecimientos de la época. Por ejemplo el Rey de picas, esos corazoncitos negros picuditos, está evocando al rey David, pero no creo que sea el que le cantaba las mañanitas a las muchachas bonitas. Recuerde que estamos hablando de la época medieval, es decir, de la Edad Media y este David era rey de Francia, que además se relaciona con el imperio judío.
Los nombres de los otros reyes que aparecen "retratados" en las cartas correspondientes al número 13, son: Alejandro del imperio griego, el rey de trébol; César del imperio romano el de diamantes y Charles el de corazones que fue rey de Inglaterra.
Las reinas son: Pallas, reina de la sabiduría, la de picas; Judith la de trébol, reina de la fortaleza; Raquel reina de diamantes que representaba a la piedad, mientras que la reina de corazones no era Alejandra -por la Guzmán- ni la reina corta cabezas del cuento de Alicia en el país de las maravillas; era la diosa Juno y representaba a la realeza.
Aquí le tengo otra información que no se relaciona con las cartas de la baraja pero igual le puede parecer interesante. Es la explicación acerca de la palabra "tocayo" que se aplica a dos que llevan el mismo nombre.
Se remite a la época del imperio romano. Se dice que en la ceremonia nupcial era costumbre que la novia al convertirse en esposa dijera: Ubi tu Caius, ibi ego Caia que quería decir "cuando comas chicharrones no te destapes los pies". ¡No se crea, para nada! Quería decir: "Donde tú seas llamado Cayo, yo seré llamada Caya".
Hay que entender que Cayo era uno de los nombres más comunes de la antigua Roma y por lo mismo llegó a convertirse en un nombre genérico, como los Juanes de nuestra revolución. Hablar genéricamente de un Cayo era hablar de un romano. El hecho es que la mujer con ese juramento expresaba su voluntad de compartir la suerte con el esposo.
Con el tiempo el tu caius se convirtió en tocayo, o sea que si tú te llamas Cayo pues yo también y por lo tanto somos tocayos.
¿Qué tal?
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ME PREGUNTA Elsa Rodríguez: Quisiera saber cuál es el origen de la frase "el maltrato ingre" o "el maltrato engríe", ya que ese verbo probablemente sea una distorsión de otro, pero no logro identificar de cuál.
LE RESPONDO: El verbo es engreír. Lo correcto es "el maltrato engríe".
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: Si el cielo es tan perfecto como dicen, a mí que me lleven al infierno.