Insultar no es nada nuevo, de hecho, es una actividad que hacemos desde que tenemos el uso de la palabra y que a partir de la aparición de las redes sociales y que se empezaron a utilizar popularmente, el insulto se ha convertido en parte de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, insultar con propiedad es todo un arte y lamentablemente, a la mayoría de las personas que gustan realizar esta actividad, les hace falta hacerlo con variedad.
Porque insultos hay de muchos tipos y primero es necesario tener bien en claro lo que significa insultar: es el acto de ofender a alguien provocándolo o irritándolo con palabras y acciones. Bueno, yo me enfoco nada más en las palabras, porque me da mucho coraje -en realidad no- que las personas se limiten a pronunciar los mismos insultos una y otra vez. Existen numerosos diccionarios y libros -algunos de ellos ya mencionados en este espacio-que le pueden ayudar a mejorar sus habilidades insultantes.
Por ejemplo, si fuera el caso de que usted conozca a alguien que toma mucho alcohol, en cualquier ocasión y a toda hora, pero no quiere usted decirle directamente "borracho" porque sería una forma muy ordinaria de insultarlo, fíjese todas las siguientes formas que puede utilizar: aborrascado, porque una borrasca es una tormenta y los barcos dentro de una tormenta se van moviendo violentamente de un lado para otro; alpistado o alpistero, emborrinado, jalao, jipato, jumado o jumatán, mamado, pispado y muchas otras.
Es normal que en la vida nos topemos con alguien que no es muy brillante que digamos, y me refiero a esas personas a las que parece que "no le gira la ardilla" lo suficiente, que hacen tonterías… ya sabe usted a qué me refiero. Bueno, pues para ellos existe una cantidad enorme de calificativos que muchos de ellos ni siquiera los conocemos. Aquí le van algunos, con fines educativos nada más, obviamente.
A aquella persona que es "escasa de entendimiento o de razón", que ordinariamente llamamos "tonto", existen alternativas como: adufe, albardán -que es un tonto ridículo, un payaso-, alcornoque -que es un árbol de madera dura-, desustanciado, motolito, muermazo, pazguato, percebe, sinsonte, sonso, zolocho y muchas otras.
Algunos insultos resultan realmente complicados, como "anametizador", que es aquel que maldice o reprueba a alguien o a algo por malo. Otros son más escatológicos, como "cacalina", que es aquel que es cobarde, gallina, y puede ser que esta palabra naciera de juntar las palabras "caca" y "gallina". Y si alguien le parece aburrido, puede referirse a él como soso o cansón… claro, porque lo cansa a uno.
Así que antes de que me convierta yo en un cansón y porque se termina el espacio de hoy, me despido de usted.
Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.
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ME PREGUNTA Paquito Roel: Me parece que la frase "el día de hoy" es errónea porque parece redundante, ¿no?
LE RESPONDO: La frase "el día de hoy" es completamente válida y no tiene nada de redundante. Se usa con el mismo significado de "en este día", "hoy día" o "en la actualidad".
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: Si sientes que todo a tu alrededor está oscuro, piensa en la posibilidad de que sea de noche.