Vivieron más de un año en Chiapas y finalmente decidieron abandonar ese estado y partir rumbo a Estados Unidos pasando por muchos estados. (EL SIGLO DE DURANGO)
Miriam y Javier son originarios de Belice, salieron de su tierra natal hace casi tres años para llegar a Estados Unidos, pero desde hace casi un año les gustó y decidieron quedarse a vivir en Durango.
Miriam Flores tiene 26 años de edad y junto con Javier Ortega, de 36 años, decidieron salirse de su país por la pobreza, además, estaba embarazada.
Tardaron un par de meses en llegar a la frontera con Chiapas y cruzarse al lado mexicano donde pidieron asilo y fue en Chiapas donde nació Catalina, la hija de Miriam, por lo que ambos lograron obtener sus papeles.
Vivieron más de un año en Chiapas y finalmente decidieron abandonar ese estado y partir rumbo a Estados Unidos pasando por muchos estados.
No viajaron en caravana ni en grupos, ellos al contar con sus papeles decidieron viajar aparte y tratar de llegar a Estados Unidos; sin embargo, no traían ya dinero, por lo que en cada estado que pasaban se quedaban un mes para lograr juntar recursos y seguir adelante.
Miriam narró que cuando llegaron a Durango les gustó la seguridad y la tranquilidad -dijo- con que se vive en esta ciudad, así que decidieron quedarse a vivir aquí.
No obstante, no es fácil; con la pequeña no pueden trabajar los dos, por lo que Javier empezó a buscar un lugar donde pueda ser empleado.
Tienen ya un rato viviendo en el albergue municipal y desde temprano salen a buscar alimentos, Javier intenta encontrar empleo por las mañanas y para el mediodía se suma a Miriam, quien se pone a pedir apoyo económico en diferentes bulevares para poder comer.
Ambos decidieron adoptar a Durango como su casa porque les ha gustado el clima y la seguridad, aunque reconocen que será difícil, sobre todo porque tienen que empezar de cero, sin dinero, sin propiedades sin bienes y con una hija que tiene que comer y más adelante tendrá que estudiar.