¿Propósitos de Año Nuevo?
Ninguno me hice en esta ocasión.
Sucede que con los que he dejado de cumplir en los años anteriores podría formar un tomo de más lomo que el de los Episodios Nacionales, de don Benito Pérez Galdós.
Procuraré sólo ser bueno, a la manera de un buen niño que se porta bien. Por la noche al acostarme, y al levantarme en la mañana recitaré las oraciones que me enseñó mi abuela Liberata, y me aplicaré a hacer la tarea de cada día limpiecita y sin borrones.
Esos no son propósitos. Son sólo buenas intenciones que ni siquiera servirán para empedrar el infierno, pero expresan mi voluntad de ser un poco mejor de como fui el año que se fue.
Me pongo en las manos de Aquel de cuyas manos salí.
Ése habrá de ser mi propósito mejor.
¡Hasta mañana!...