ESTE AMIGO MÍO ES HOMBRE SABIO.
He notado que su sabiduría aumenta después de que se ha bebido un par de copas de buen vino. Entonces habla al mismo tiempo con gracia y con profundidad, y dice cosas que me hacen lamentar no poder guardarlas, pues una vez traté, imprudente, grabar sus palabras, y al punto cayó en un hosco silencio.
Anoche me reuní con él, y la amistad y un excelente tinto hicieron cálida y grata nuestra conversación.
Yo, experto en lugares comunes, le hice una pregunta común:
-¿Tienes algún propósito de Año Nuevo?
Me respondió:
-Uno solo.
Quise saber:
-¿Cuál es?
Dijo:
-Vivir la vida que me dé la vida.
Estuve a punto de pedirle que me escribiera eso para ver si la segunda palabra "vida" la escribía con minúscula o mayúscula. No lo hice. Mi amigo habría caído otra vez en un hosco silencio.
¡Hasta mañana!...