HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
La eternidad tiene una especial característica: es eterna.
Pasan millones y millones de años, y para la eternidad no ha transcurrido ni un segundo: sigue siendo eterna.
Dios es también eterno, lo mismo que la eternidad.
Dormita a veces, y cuando vuelve a abrir los ojos la eternidad ni siquiera ha parpadeado.
Yo no conozco la eternidad. He conocido varios amores eternos, eso sí, pero la eternidad no la conozco.
Imagino que Dios mira a los hombres -y a las mujeres también, claro- y le dice con tono sombrío al Espíritu Santo:
-Los envidio.
Le pregunta el Espíritu:
-¿Por qué?
Responde el Señor:
-No son eternos.
¡Hasta mañana!...