VARIACIONES OPUS 33 SOBRE EL TEMA DE DON JUAN.
La tarde en fuga pinta de rojo y gualda la corriente del Guadalquivir.
La vida en fuga de Don Juan le pinta de púrpura y oro los recuerdos.
Todas sus memorias son de amor. Las otras las tiene ya olvidadas. Cada una tiene nombre de mujer. Ésta se llama Laura. Ésta otra, Elvira. Aquéllas son Inés, Lucía o Sol.
Don Juan evoca ahora un abrazo. Es el más bello que en su vida recibió. Hacía tiempo que no veía a esa hermosísima señora con ojos de gitana que una vez -muchas veces- fue su dueña. Cuando volvieron a encontrarse se abrazaron estrechamente antes de decir palabra. Ella rompió el silencio sin romper el abrazo. Le dijo emocionada:
-Siento tus latidos.
Sigue latiendo el corazón del caballero, pero ya no como antes. Ahora su latido es tan lento como su caminar. Va Don Juan a la ventana, y a la luz de los últimos rayos del sol ve a una moza y un doncel que se besan apasionadamente. En la lejanía se escucha una canción, y suenan risas infantiles. Don Juan le dice a la vida:
-Siento tus latidos.
¡Hasta mañana!...