HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
Esto que voy a narrar no está en el Génesis. Hay quienes piensan que es un relato apócrifo, pero quienes han recibido el precioso regalo de la música lo dan por verdadero.
Al principio del mundo las aves no cantaban. Mudas, hermoseaban el paisaje con su plumaje colorido, pero no con sus trinos. Eran un silencio con alas.
Callaba el ruiseñor, lo mismo que la alondra. Callaban el canario y el gorrión. Callaban igualmente la calandria, el verdín y el pájaro madrugador. Sin el canto de las aves la tierra estaba triste, y tristes estaban las criaturas.
Pero al buen Dios no le gusta la tristeza. Su credo es de alegría, pues es credo de amor, y el amor bien cumplido es siempre alegre.
Entonces el Señor hizo a Mozart.
Las aves escucharon su música, y entonces todas rompieron a cantar. Cantaron el pájaro madrugador, el verdín y la calandria; cantaron el gorrión y el canario; cantó la alondra, y cantó también el ruiseñor.
El mundo se llenó de música. Y fue más bello el mundo, pues sin música el mundo es triste mundo.
¡Hasta mañana!...