TODOS CONOCEMOS EL CUENTO DEL PATITO FEO.
Su mamá no se explicaba por qué lo había tenido, y sus hermanitos lo desdeñaban por su fealdad.
Sucedió, sin embargo, que el patito feo creció, y entonces se supo que no era pato, sino cisne, y fue más bello que sus hermanos. Y que su mamá también.
El cuento yo me lo sé de otra manera.
El patito feo era en verdad un feo patito.
Cuando creció no se convirtió en cisne: se convirtió en un pato feo.
Cualquiera pensaría que sufrió por causa de su fealdad.
No fue así.
Encontró una patita fea. Ella se enamoró de él, y él de ella.
Y fueron muy felices.
Del cisne no se sabe si fue feliz o no.
¡Hasta mañana!...