El Señor contempló al gato, y en seguida hizo a la mujer.
Dijo:
-Se parecen.
El Señor contempló al lobo, y en seguida hizo al hombre.
Dijo:
-Se parecen.
El Señor contempló el mar, y en seguida hizo a Shakespeare.
Dijo:
Se parecen.
El Señor se contempló a sí mismo, y en seguida hizo a Miguel Ángel.
Dijo:
-Nos parecemos.
¡Hasta mañana!...