Necesito un cuaderno de mil hojas y un pedacito de papel de tres centímetros de largo.
El cuaderno de mil hojas es para apuntar todo lo que quiero tener el Año Nuevo.
El pedacito de papel es para escribir lo que estoy dispuesto a dar a cambio de tener todo lo que espero.
Lo más probable, lo sé, es que al final del año lo que recibí tenga la misma medida de lo que aporté. Siempre acabamos por aprender que no recibimos sino lo mismo que hemos dado.
Si colmamos la medida de los demás, nuestra propia medida se verá colmada. Y si no recibimos la recompensa de inmediato eso será mejor, pues entonces nos pagará alguien que retribuye con más largueza que los hombres.
¡Hasta mañana!...
