(EL SIGLO DE TORREÓN)
El taxista de la tercera edad que resultó con graves lesiones tras participar en accidente la tarde del pasado viernes 1 de septiembre, en la intersección del bulevar Independencia y calle Blanco, del sector Centro de Torreón, murió en las instalaciones del Hospital Militar, donde recibía atención médica.
El hombre, en vida respondía al nombre de Mario Lugo Núñez, de 82 años de edad, quién murió en el sábado 2 de septiembre a consecuencia de las lesiones que sufrió al momento del accidente en el que participó, ya que incluso fue rescatado del auto que manejaba por los elementos del heroico cuerpo de Bomberos de Torreón.
El accidente que finalmente le arrebató la vida a Lugo Nuñez sucedió a las 16:30 horas de la tarde del viernes, donde participaron el conductor de una camioneta de la marca Nissan línea NP 300 en color gris, que se desplazaba a exceso de velocidad; y Mario quién manejaba un vehículo de la marca Chevrolet en color amarillo empleado como taxi de la línea “Sitio Soriana Constitución”, marcado con el número 290; además de una camioneta camioneta de la marca Ford línea Ranger color blanco así como un vehículo de la marca MG en color gris, estos dos últimos estacionados.
Los primeros reportes indicaron que el conductor de la camioneta en color gris se desplazaba a exceso de velocidad sobre el bulevar Independencia, con dirección de poniente a oriente, en tanto que el taxi sobre el mismo bulevar pero de orienta a poniente, cuando al llegar a la altura de la calle Blanco, Mario tomó el retorno para dar vuelta en "U" siendo impactado por al camioneta gris, recibiendo el auto compacto un brutal impacto que lo proyecto hasta la orilla de la vialidad donde chocó contra la camioneta Ranger de color blanco y está a su vez se proyectó hacia el frente y se subió a la banqueta impactando al vehículo gris MG que estaba estacionado adelante.
El auto del servicio público acabó completamente destrozado y dentro del mismo Mario atrapado, por lo que hasta el lugar acudieron elementos de la unidad de Protección Civil y del cuerpo de Bomberos quienes emplearon las llamadas “quijadas de la vida” para rescatarlo y después entregarlo a lo paramédicos de Cruz Roja quiénes le brindaron los primeros auxilios y lo trasladaron hasta las instalaciones de la benemérita institución a dónde ingresó presentando un estado de salud grave, para después ser trasladado al Hospital Militar dónde finalmente murió.
Del deceso tomó conocimiento el agente investigador del Ministerio Público quién ordenó el traslado del cuerpo a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) para la práctica de la necropsia de rigor con la que se determinó la casa de muerte y posteriormente el cuerpo fue entregado a la familia para los servicios funerarios.
