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Música en un suspiro

SERGEI RACHMANINOV / CONCIERTO PARA PIANO NO 2 EN DOMENORDEL OPUS 18

MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

Nació en Oneg, cerca de Novgorod en 1873. Rachmaninov fue niño prodigio, condición que le permitió entrar fácilmente al conservatorio a los 9 años. A los 14 ya era un compositor importante y a los 20 años ya había escrito su primer concierto para piano. Atemprana edad logró tener mucho éxito como compositor y como pianista.

La obra que le permitió darse a conocer fue el preludio en Do# menor compuesto en 1892ª la edad de 19 años. Todo iba bien hasta el estreno de su primera sinfonía en San Petersburgo, siendo ésta un rotundo fracaso. Tal fue el impacto emocional que en 3 años no escribiría más. Rachmaninov sufría de ansiedad y depresión, lo que lo que lo orilló a visitar a Leon Tolstoy para encontrar motivación y una fuente de creatividad. Sin embargo éste sólo diría: “Trabaja…, yo trabajo siempre”. El problema fue que Tolstoi fue un gran crítico de su música.

Hundido en el alcohol, su familia le recomienda ir a ver al Dr. Nikolai Dahl, internista parisino especializado en curar el alcoholismo con hipnosis. Nikolai Dahl era un talentoso violinista y cellista amateur que ya había incluso formado un cuarteto de cuerdas. La estrategia de Dahl fue motivar a Rachmaninov a escribir un concierto para piano a través de 2 caminos. Discusiones académicas e hipnosis rudimentarias: “Comenzarás tu concierto…, será excelente”. “Aunque parezca increíble…”, escribió Rachmannov más tarde, eso fue lo que le permitió curarse.

“Ese momento me permitió generar muchas y nuevas ideas para mi concierto…”, comentó. Después de visitar a Chehov en Yalta, y una visita rápida a la Scala de Milán estaba listo para empezar a componer. A pesar de todo lo anterior, 5 días antes del estreno Rachmaninov estaba paralizado por el miedo de su futuro concierto. Temeroso y con gripa tocómaravillosamente.

El debut fue un éxito rotundo, haciendo de este concierto su tarjeta de presentación alrededor del mundo. Su concierto para piano es una plétora de melodías pegajosas y agradables con efectos efervescentes del piano a través de flujo fácil y libre de ideas. Sin embargo, Stravinski, con ese oído crítico que le caracterizaba, declaró que Rachmaninov había pasado de ser un joven a un anciano; es decir, que el concierto era de alguna manera algo ya muy pasado de moda, considerando las propuestas de sus contemporáneos como Debussy, Mahler, Strauss, Charles Ives, Schonberg o el mismo Stravinsky. Aunque escrito y estrenado ya en el siglo XX, el concierto es una verdadera joya del siglo XIX.

No fue un concierto hijo de su época, pero sí uno de las más amadas propuestas románticas. A pesar de nunca haber compuesto música para el cine, vivió sus últimos días en Beverly Hills. De hecho su estilo era el que estaba de moda en esos días. Cuentan que estando en Los Ángeles se enfrascó en un acalorado debate sobre religión con Charles Chaplin. Éste atacó a Sergei tildándolo de no creyente. Rachmaninov que en definitiva no iba mucho a misa, respondió: “¿pero, cómo puedes vivir en el arte sin religión?”. Molesto Chaplin argumentó “No es lo mismo, el arte es más bien un sentimiento que una creencia”. El pianista de forma contundente afirmó: “La religión es lo mismo…, la fe sólo puede vivir si hay un sentimiento”. Rachmaninov en un Suspiro.

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