No se enfriaba todavía el discurso del presidente López donde desestimaba a los jóvenes masacrados en Celaya, injuriándolos con que habían sido asesinados por comprar drogas-hecho que fue desestimado tanto por los familiares de los muertos como por las autoridades locales-cuando el tablero nacional volvió a mancharse de sangre y de vergüenza: la noticia de una nueva masacre ocurrida en Salvatierra, Guanajuato, en donde se registra oficialmente la muerte de al menos 16 personas y 15 heridos de gravedad.
El drama por lo ocurrido queda dibujado por lo absurdo de los hechos tanto como por la alegría de quienes todavía momentos antes subieron a redes sociales una fotografía grupal en donde las sonrisas, la jovialidad y el ambiente sano parecían ser la estampa predominante y típica de una Posada, sinsaber que a los pocos minutos la muerte se habría de hacer presente para borrarlo todo de golpe.
Se sabe que un grupo de personas ajenas intentaron de meterse a la fiesta navideña pero fueron rechazados por los presentes, y la respuesta fue que estos volvieron acompañados de sicarios que desataron una masacre sin sentido.
La banda de músicos que se encontraba amenizando la Posada celebrada por un grupo de amigos, en su mayoría menores de 30 años, en el casco de la antigua Hacienda de San José del Carmen en Salvatierra, también sufrió ataque por parte del grupo de sicarios que con impunidad llenaron la noche de dolor y muerte.
La noticia corrió pronto, igual que la sangre derramada. Las autoridades policiales y estatales se hicieron presentes lo más pronto posible para tratar de rescatar y brindar los primeros auxilios a los sobrevivientes mientras dos automóviles y dos motocicletas eran quemadas en el lugar, como firma de despedida, por los asesinos.
A pesar de la llegada de elementos de la Guardia Nacional, Protección Civil, Policía Municipal y los cuerpos de rescate, la Fiscalía en la Entidad no acordonó la escena del crimen sino hasta la mañana del día siguiente.
Peritos de la investigación retiraron de la escena del crimen cerca de 200 casquillos de bala que corresponden a varias armas largas de diferentes calibres.
El Fiscal estatal, Navigio Agustín Gallardo, informó el martes en un video subido a Twitter que las investigaciones van encaminadas a la captura -todavía pendiente- de un grupo de delincuentes que operan en la zona y a quienes se busca también por el asesinato de ocho hombres y dos mujeres en la región.
Como parte de un comunicado publicado el lunes por la noche, la Fiscalía aquel Estado había corregido la cifra de fallecidos -de 12 que indicó inicialmente a 11- que dejó esteacontecimiento el domingo en aquella Hacienda de Salvatierra, aunque en el transcurso de la semana se confirmó que el número de víctimas ascendió a 16 en el recuento final.
Curiosamente, durante este sexenio la violencia se ha disparado como nunca en la historia del Estado de Guanajuato que desde el 2018 ha sido escenario de disputas territoriales entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y grupos locales que cuentan con apoyo del Cártel de Sinaloa, según informes del Departamento de Estado norteamericano, a través de la DEA.
En tan solo cuatro días, contando desde el jueves 14 de diciembre hasta el domingo 17 -cuando se perpetró el ataque a los jóvenes-Guanajuato suma ya 40 homicidios, convirtiéndose recientemente en uno de los estados del país con peores cifras, lo cual fue aprovechado de inmediato por López para fustigar desde su "mañanera" al Gobierno de la Entidad, de extracción panista, exigiéndole la renuncia del Fiscal:cosa que no ha hecho con los fiscales de las otras entidades más violentas como Colima, Guerrero, Michoacán, Zacatecas, Tamaulipas, Veracruz,Edomex, Ciudad de México y Oaxaca, donde gobierna MORENA.
Sin duda y para desgracia de todos, será una triste y roja Navidad no solo para las víctimas y los parientes de las víctimas en Guanajuato sino también para los sobrevivientes del huracán Otis en Guerrero, abandonados también a su suerte por el Gobierno Federal, al igual que el resto del país.