(CORTESÍA)
Jaime José Villarroel Rodríguez, obispo de Carúpano, Venezuela, visitó tierras laguneras para conocer el fenómeno migratorio que se ha vive en la región y que se ha agudizado en las últimas semanas, así como para impartir un taller sobre “Vida Humana Internacional”.
Fue Antonio Mata, párroco de Santa Cecilia, que también cuenta con un comedor para migrantes, el encargado de acompañar al obispo venezolano en su recorrido por Torreón.
Además de mostrarle el comedor con el que cuenta la parroquia ubicada en la colonia Las Julietas, muy cercana a las vías del ferrocarril, le mostró los patios de Ferromex, lugar en donde se han congregado cientos de migrantes en espera de una ruta que los acerque a la frontera con los Estados Unidos.
“Él es miembro integrante de la Celam (Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño), responsable de la dimensión de los migrantes, entonces ayer (lunes) lo llevé a los instalaciones de Ferromex, dónde están estacionados los migrantes y pudo saludar algunos más de 40 y la mayoría venezolanos y pues si me impactó mucho ver su actitud cercana a los migrantes”, compartió el sacerdote.
Mencionó también que monseñor vio con tristeza la situación que viven no solo los venezolanos, sino otras familias de países como Honduras, El Salvador, que se ven obligados a salir en busca de nuevas oportunidades.
“A mi me llamó la atención la cercanía la humanidad del señor obispo con los migrantes y la sencillez con la que vi que se acercaba la gente… La gente ya sin esperanza”, dijo el párroco.
En su charla con el padre lagunero, el obispo venezolano calificó al gobierno de su país, como tirano.
“Que ha sido tirano con el pueblo, y que ha saqueado los recursos del pueblo, y utilizando el nombre de los pobres, se convierten en los dueños del país”. Factores que dijo, son los que obligan a salir a cientos de familias.