Qué temprano se me hizo tarde, cuando menos acordé llegó el otoño a mi vejez, pero estoy más que agradecido por haber disfrutado un año más de vida. Qué importan los años acumulados, lo que cuenta es lo que mi corazón siente y mi mente mande.
Tengo la fortuna que todo hombre a nuestra edad añora tener. Una familia unida, una amorosa esposa, hijos que fueron el testimonio de nuestro amor, nietos, que se convierten en la confirmación de ese testimonio, y un viejo hogar que vuelve a florecer con las risas de los hijos de nuestros hijos.
Embelesado estoy de una bella pasión, ejerciendo aún mi profesión, perros y gatos han pasado por mis manos, sonriendo alegres cuando alivian su afección, siendo el mejor pago a mi trabajo, deleitándome sus narraciones, logré plasmarlas en fábulas de colores, culminando un sueño de plata… "El Escribidor de Perros".
Soy un bienaventurado de la vida, que alcanzó sus metas sin importar las décadas, siendo la perseverancia mi mayor fragancia. Agradecido estoy con mi familia, colmada de seres amados a quien debo lo que soy.
Llevo los años viejos para mirar con más calma, y agradecer a todas las personas en este año que culmina, su tolerancia por mi forma de ser, las que aceptaron mis errores, las que me criticaron y me apoyaron a ser mejor, las que tendieron su mano cuando más lo necesité, a esos seres que aún sabiendo como soy, están a mi lado, y les puedo seguir llamando… Amigos.
Que importa los años que tengo, soy un afortunado viviendo ya el futuro, a mi edad ya no pienso en lo que carezco, sino por lo que tengo agradezco: Familia, Amigos y Hogar.
Que este año que inicia, regales a tu enemigo el perdón, a tu oponente la tolerancia, a un amigo tu corazón, a los niños el buen ejemplo, a todos la caridad, y para ti el respeto. El hombre que Dios deseó que nos convirtiéramos cuando envió a su hijo a dar la vida por nosotros, para iluminar el camino de los demás, con la bondad, paciencia, y generosidad.
¡FELIZ AÑO NUEVO!
