En una de las viviendas, prácticamente todos los depósitos, con excepción de un tambo se encontraban vacíos.
Una escasez persistente de agua potable aqueja a los habitantes del poblado El Cariño de Gómez Palacio, quienes manifestaron que dicha situación se ha mantenido desde hace por lo menos un mes, sin que les hayan informado siquiera los orígenes del problema.
Al tratarse de una comunidad relativamente cercana a la zona urbana que, además, no había tenido problemas tan marcados de falta de agua, ha llamado la atención que esta temporada no estén recibiendo el vital líquido ni siquiera para lo más indispensable.
Habitantes del lugar recordaron que hace apenas unos cinco años se perforó un pozo muy cerca del poblado, por lo cual se ha especulado sobre un posible agotamiento del mismo.
Mujeres de la comunidad manifestaron que por la situación que se vive, han tenido que levantarse de madrugada para tratar de llenar algunos recipientes, aunque por la escasa presión a veces esto no se logra.
En una de las viviendas, prácticamente todos los depósitos, con excepción de un tambo se encontraban vacíos, de manera que esto no les daba la posibilidad ni siquiera de bañarse porque prefieren hacer rendir la poca que tienen para lavar los trastes o para el sanitario.
Susana Fernández, quien se encontraba en casa de su madre tratando de llenar una cubeta, dijo que los encargados del Sideapa Rural les aseguran que no saben a qué se debe, aunque en días pasados acudieron a cobrar los recibos a cada vivienda, por lo que algunas personas se negaron a pagar.
Dijo que en su caso no tiene una cuota fija mensual como otros pobladores, sino que se le aplica un cobro mayor desde hace muchos años porque era propietaria de varios hatos de cabras; actualmente, según manifestó, ya solo cuenta con unos 30 animales pero el Sideapa Rural le está cobrando más de 800 pesos y su petición de que disminuya el monto no ha prosperado.
Un adulto mayor que omitió su nombre, dijo que padece de ulceraciones por várices en las piernas, un padecimiento por el que debe asearse todos los días para prevenir infecciones, pero con la situación que se vive en el ejido esta práctica cotidiana se ha dificultado y ha tenido que comprar muchos productos antisépticos para seguirse cuidando.
Otra comunidad que se encuentra por la carretera a Gregorio García y también muy cercana a la ciudad es El Celo, donde las familias se han visto afectadas por la falta de agua e incluso han estado tentadas a bloquear esta vía de comunicación como medida de presión, pues el organismo operador no ha dado una respuesta.
De esta forma, los pobladores de estas dos comunidades han visto afectadas sus rutinas al carecer de lo más indispensable, mientras que a las propiedades privadas que están en los alrededores no les ha faltado agua para regar sus plantíos que lucen "muy verdes", según cuestionaron.