(EL SIGLO DE TORREÓN)
Personal de la agencia de investigación criminal fue captado por una cámara de seguridad en un taller de herrería, donde golpearon y presuntamente robaron al dueño del local, quien se encontraba sometido y esposado.
Osbaldo Garza Covarrubias, es el nombre del afectado quien, según su representante legal, Héctor Enriquez Lázaro, fue también víctima de robo de 25 mil pesos, producto de sus labores de herrería.
Las imágenes con audio muestran como uno de los elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) golpea y amenaza a Osvaldo, quién se encuentra esposado y señala que la droga que tiene es para su consumo personal.
Pide al elemento que no lo golpee, pues se encuentran sus hijos presentes, pero la respuesta ofensiva del policía, acompañada con golpes es para intimidarlo y para que se calle.
Al fondo se escuchan gritos histéricos de quién presuntamente es la niña, hija de Garza Covarrubias.
Osvaldo señala que su hija padece de epilepsia y que puede entrar en crisis y morir, pero el agente no le hace caso y vuelve a ordenarle que deje de hablar.
Lo amenaza con consignarlo por la venta de droga y le pide dinero, pero el individuo le dice que sólo tiene 500 pesos.
Durante la grabación se observa como los dos agentes en diferentes momentos revisan una billetera, y el policía golpeador le saca del bolsillo al detenido lo que parece ser un pequeño fajo de billetes. La imagen se congela pero se sigue escuchando el diálogo entre el investigador y el presunto narcomenudista.
El abogado de éste indicó que el hombre no fue detenido, pero los agentes, mediante la intimidación, los golpes que calificó como tortura y las amenazas con el arma de fuego, lo despojaron de 25 mil pesos.
El jurista consultado advirtió que este lunes presentará la denuncia en contra de los agentes, de los que desconoce su nombre, pero con las imágenes solicitará la identidad de estos para el proceso judicial correspondiente.
Agregó que en la demanda por abuso de autoridad, tortura y robo, incluirá también el allanamiento, pues los investigadores se introdujeron al taller de herrería, ubicado dentro de la casa de Osvaldo, sin orden de cateo.
