En las últimas semanas ha estado en la prensa el nombre de Montserrat Juárez, asesinada en CDMX. El caso cobró importancia después de que apareciera en redes sociales un video en el que tres sujetos -dos eran policías de la SSP-CDMX- descienden por las escaleras de un edificio en la alcaldía Miguel, cargando un cuerpo envuelto en sábanas. Vecinos del edificio habían denunciado previamente episodios de violencia que escuchaban desde el departamento donde asesinaron a Montserrat.
Un certificado médico falseado y el encubrimiento de policías capitalinos (por 5 mil pesos), permitieron que el cuerpo de Montserrat fuera trasladado a una funeraria para su cremación. Ello borraría la evidencia del feminicidio. El personal de la funeraria, sin embargo, detectó irregularidades en los documentos presentados. Por ello, intentaron denunciar el hecho, pero las agentes auxiliares del ministerio público en turno se negaron a abrir una investigación. Personal de la Fiscalía Especializada en Búsqueda de Personas (Fipede) vieron el video que circulaba y lograron que policías de investigación de la misma Fiscalía acudieran al lugar, impidieran la cremación y recuperaran el cuerpo. A partir de ese momento se comenzó a tratar -e investigar- la muerte de Monserrat como un feminicidio.
Existen ya órdenes de aprehensión en contra de los policías auxiliares que participaron en el encubrimiento, se suspendió temporalmente a las dos agentes auxiliares que ignoraron la denuncia del personal de la funeraria, se detuvo a Alejandro N (pareja de Montserrat), a su madre -que drogaba a Montserrat para que no escapara-, y al padre -que llevaba "clientes" que pagaban 500 pesos.
El caso permite ver las muchas fallas del sistema de "justicia" penal: la corrupción de policías, el precio que tiene la impunidad, la negligencia de las agencias del ministerio público, la falta de coordinación entre instituciones. También permite ver una de las muletas usadas por policías y fiscales para perseguir delitos. De acuerdo con la fiscalía capitalina, Alejandro "N" y su padre fueron detenidos inicialmente por "delitos contra la salud", una acusación frecuentemente usada por las fiscalías cuando no pueden -por falta de capacidad o de interés- demostrar otra cosa. Por esos mismos días, la fiscalía reportó la detención de otro hombre señalado por otro feminicidio, "junto con hierba verde con las características propias de la marihuana". Los asaltantes de la joyería Antara de la CDMX fueron detenidos por narcomenudeo y portación de armas. La lista de casos mediáticos con acusaciones de posesión de drogas o armas es larga. En el fuero local, estos delitos apenas representan 4% del total de investigaciones. En el fuero federal, en cambio, cobran un peso más importante -particularmente la posesión.
Acusar a alguien de posesión de armas o drogas no requiere ningún trabajo. La mera presentación de la persona con el objeto es suficiente. Por eso, especialmente en casos mediáticos que requieren una detención rápida, aparecen estos delitos. Pero es también frecuente que estos delitos se usen para extorsionar a personas y fabricar culpables. Celebro que el crimen contra Montserrat se esclarezca y no quede impune, pero ojalá sirva para vislumbrar los problemas de un sistema que una y otra vez falla, deja delitos en la impunidad, criminaliza a inocentes y tolera la incompetencia.
@cataperezcorrea