Yoga: El camino hacia el bienestar integral de cuerpo y mente

Hace siete años la curiosidad de hacer un ejercicio diferente en el gimnasio me permitió encontrar una disciplina que me generó bienestar físico y mental. Comencé a practicar yoga, y hoy creo firmemente que todos deberíamos integrarla como un hábito regular para elevar nuestra salud en todos los niveles.

Si bien, desde el primer día la sensación de bienestar fue inmediata, ser constante me ayudó a reducir la ansiedad, el estrés y a ser más consciente de los estados de mi cuerpo, además de los beneficios físicos del ejercicio. Hoy sé que voy a seguir haciendo yoga por el resto de mi vida.

Conozco a mucha gente que ha sentido esa misma curiosidad que yo sobre esta disciplina, pero no se han atrevido a entrar a una clase porque consideran que no tienen la suficiente flexibilidad, fuerza, condición física, o les parece aburrido y se limitan por cuestiones religiosas o de otra índole, pero no… hay muchos estilos de yoga de acuerdo a las necesidades de cada persona, y una vez en la sesión, la práctica es individual, sin comparaciones y hasta donde el cuerpo te permite llegar.

En el tapete

¿Qué incluye una clase de yoga? Meditación, posturas (asanas), ejercicios de respiración y en algunos casos técnicas de limpieza corporal para prevenir y curar diversos padecimientos.

El yoga puede practicarse dos veces por semana para empezar a notar los cambios, pero incluso puede hacerse a diario. ¿Cuánto tiempo? Una clase de yoga completa puede llevar hasta una hora y media o dos horas, y hay quienes practican dos o tres veces por semana, pero hay que recordar que la constancia también es importante, así que pueden ser hasta 10 o 15 minutos con una frecuencia diaria.

Todos pueden hacer yoga: niños, adultos, adultos mayores, mujeres embarazadas y quienes tienen alguna condición o padecimiento, siempre y cuando sean evaluados primero por un médico y después guiados por el instructor de manera adecuada durante la práctica. Un buen maestro siempre pregunta a las personas de nuevo ingreso si tienen alguna condición física a la que deban estar atentos.

Si durante la clase, te cansas, puedes detenerte y adoptar una postura de descanso. No es obligación seguir, terminar, o hacerlo perfecto; además puedes pedir orientación al maestro sobre las posturas y la respiración para que vayas mejorando cada vez más. La postura final, el savasana, integrará finalmente de manera armoniosa todo lo que hiciste en tu sesión. Eres tú, tu cuerpo, tu mente, tus emociones y tu dominio en el espacio de un tapete.

Salud física, mente equilibrada

• A nivel físico, existen estudios científicos de cómo practicar yoga genera cambios positivos en el sistema cardiovascular y respiratorio; libera al cuerpo de toxinas, fortalece huesos, músculos y da flexibilidad a las articulaciones.

• Para las personas que practican otros deportes, el yoga reduce los riesgos de sufrir lesiones.

• Alivia dolores crónicos y posturales.

• Equilibra el sistema nervioso y ayuda a reducir la respuesta al estrés y emociones como la ira; es auxiliar para el tratamiento de la depresión y la ansiedad, además de muchos otros beneficios para la salud en general.

En 2014, la Organización de las Naciones Unidas proclamó el 21 de junio como el Día Internacional del Yoga, para concienciar a la población sobre los beneficios de su práctica. En 2016, fue declarado por la Unesco como patrimonio inmaterial de la humanidad.

El objetivo del yoga es la unión de cuerpo, mente y alma para lograr el bienestar físico, mental y emocional de las personas, una disciplina ancestral para desarrollar el potencial humano, cuyo origen no ha sido definido aún.