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Rusia negó ayer que su propuesta de prorrogar el acuerdo del cereal durante sólo 60 días sea un ultimátum, sino un plazo suficiente para garantizar la exportación de grano y fertilizantes rusos.
"No es un ultimátum, sino la postura clara, abierta y de principios de la parte rusa", dijo Serguéi Vershinin, viceministro de Exteriores y negociador ruso, a la prensa local.
Moscú se propone al término de esos dos meses valorar los progresos alcanzados y tomar una decisión sobre el acuerdo ruso-ucraniano, lo que el Kremlin consideró un "gesto de buena voluntad".
Vershinin, que participa desde el pasado lunes, en las consultas en Ginebra, consideró "suficiente" ese plazo de tiempo para cumplir "con hechos y no palabras" el memorándum suscrito entre Rusia y la ONU.
Además de negar cualquier vinculación de la decisión rusa con las próximas elecciones en Turquía, rechazó una posible prolongación por 120 días como propone Kiev y "hacer como si todo va bien" en la implementación del acuerdo de Estambul.