El acto simbólico con juguetes fue realizado por séptima vez en Colombia por la organización internacional Aldeas Infantiles SOS.
Un pañal ensangrentado alertó a la madre de una pequeña de tres años que estaba siendo abusada por su propio padre. Más de un año después de la denuncia el agresor quedó en libertad, no fue condenado y su caso fue finalmente archivado por la justicia colombiana.
La pequeña de tres años no pudo relatar con su escaso lenguaje lo que le ocurrió. Por ella, y por otros miles de casos, cientos de juguetes "protestaron" el jueves contra el abuso sexual infantil en Colombia en la icónica Plaza de Bolívar en Bogotá, donde se ubican el Congreso y la altas cortes.
"Soy el juguete de Miguel Ángel, de 2 años. Él ya no jugará conmigo porque el pasado 15 de septiembre un adulto le quitó la vida después de abusarlo", se leía en un oso de peluche.
El acto simbólico con juguetes fue realizado por séptima vez en Colombia por la organización internacional Aldeas Infantiles SOS con el objetivo de sensibilizar a la sociedad y hacer un llamado al Estado para que tome acciones contra el abuso infantil, que se ha elevado en los últimos años.