Este artículo de Higinio es una lección de periodismo. Irma Bolívar, periodista también, recuerda la recomendación que una vez le compartiera el decano: "observa, siente y pregunta". Pareciera un ejercicio lógico de la práctica reporteril, pero que ante la inmediatez de los nuevos canales de comunicación, se ha marginado, a tal grado que el colombiano Gabriel García Márquez sintiera la necesidad de establecer la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (actualmente Fundación Gabo), para recordar a los profesionales de la pluma sobre la prioridad de aguzar los cinco sentidos en el abordaje informativo. La segunda fuga del "Chapo" Guzmán debió ser notoria, pero nadie, curiosamente, la vio. Aquí las pistas que sorprendentemente pasaron desapercibidas, menos para el extinto siglero (HAEN).
TODOS SABÍAN...
Por Higinio Esparza Ramírez
Un joven periodista fue más contundente al referirse a los señalamientos sobre un presunto descuido informativo alrededor de la fuga de "El Chapo": -¿Acaso los periodistas de investigación debemos esperar las pesquisas del Ministerio Público?, preguntó y luego aleccionó: -No. Un verdadero periodista asume la responsabilidad de indagar por su cuenta y no sujetarse al comunicado oficial. Están los ejemplos del argentino Daniel Santoro que descubrió a partir de un boletín de prensa el tráfico de armas que realizaba Menen siendo presidente de Argentina. El tema de Walmart y la corrupción se destaparon a partir de un folleto fechado en Estados Unidos, pero en México no se le dio seguimiento. Localmente, se le dio seguimiento presencial al muro desplazado del nuevo centro penitenciario de Gómez Palacio y ello ayudó a corregir fallas esqueléticas, Por lo tanto, el trabajo de campo de los reporteros -los de aquí y los de allá- es fundamental para detectar y denunciar a tiempo omisiones y conjuras tipo "Chapo" o cualquier otro incidente que surja en el camino.
Hubo comunicadores laguneros que destacaron por su suspicacia, percepción e insistencia para conocer de primera mano los hechos a difundir. Cualquiera de ellos hubiera "olido" a tiempo, los preparativos de la escandalosa fuga que tanto desprestigio acarreó al gobierno de Peña Nieto. O tal vez no o tal vez sí, pero los colegas de allá no lo intentaron y perdieron la oportunidad de darse cuenta de situaciones extrañas: las vibraciones del suelo ocasionadas por los taladros motorizados, el acumulamiento sospechoso de toneladas de tierra a kilómetro y medio del reclusorio y el movimiento inusual de camiones, equipos de carga y las toperas que abrieron el largo y bien delineado túnel y sobre todo, el silencio anormal y cómplice que campeó en el penal durante varios meses.
Hasta los niños del siglo pasado eran más listos, más despiertos: se divertían con caminatas a lo largo del "puente negro" sobre el río Nazas, brincando entre los durmientes y las vías de un extremo al otro del estrecho paso ferroviario, pero antes de aventurarse y poner en riesgo la vida, pegaban la oreja al riel para detectar vibraciones. Si las captaban a tiempo, suspendían la osada travesía porque el tren ya estaba cerca. Este es un ejemplo aproximado de lo que se pudo haber detectado en torno al retumbante escape… pero no fueron. "Todo estaba arreglado, hasta las hormiguitas van dejando huella en sus avances subterráneos", comentaron mordazmente policías jubilados que omitieron revelar sus nombres. (El Cefereso 14 de Gómez Palacio, inaugurado en marzo de 2014, se convirtió en el "hogar" de los reos de alta peligrosidad que existían en México, incluyendo a los "Zetas" . En diciembre de 2012 hubo un motín con un saldo de 25 muertos, entre custodios e internos y tiempo después una multifuga. El gobierno optó por cerrarlo y sacó a los reos para distribuirlos en penales de otras partes del país. La escapatoria se llevó a cabo por túneles excavados hacia las tierras del ejido 6 de Octubre y sogas hechas con sábanas para trasponer los muros, aparte de los tiroteos con los guardias de las torres de vigilancia. Finalmente fue habilitado como cuartel de la policía y elementos de la secretaría de la Defensa Nacional) De nada sirvieron los adelantos más modernos en equipamiento táctico y tecnológico, porque al final de cuentas, el muro desplazado del naciente Cefereso de Gómez Palacio, sólo fue un presagio...