La fiesta de los Algodoneros no pudo tener un mejor final, Jonathan Villar conectó imparable y produjo las carreras de la victoria, Sultanes de Monterrey quedaba tendido, el estadio de la Revolución estalló en júbilo y los aficionados disfrutaron en grande el primer triunfo de su equipo.
Previo al juego, un Vinicio Castilla aclamado por la multitud, y cómo no, si se trata de un verdadero estelar de ligas mayores; el oaxaqueño fue campeón de carreras producidas en la Liga Nacional, para sentarse a la altura de Beto Ávila, el primer campeón bateador latino en grandes ligas; en esa mesa también comen; Fernando Valenzuela, primer lanzador en ser Novato del Año y ganar el Cy Young en el mismo año; ahí también está Aurelio Rodríguez, Guante de Oro en la Liga Americana, sobre ese monstruo llamado Brooks Robinson.
Sin lugar a dudas fue un éxito de Guillermo Murra traer a Vinicio Castilla para el lanzamiento de la primera bola; para que un mexicano haga lo que el oaxaqueño concretó en el mejor beisbol del mundo, van a pasar muchos años. Vinicio recordó aquel 1989 cuando con Saraperos de Saltillo y como short stop, tuvo una gran playoff para eliminar al Unión Laguna que ya dirigía Marco Antonio Vázquez; Marcelo Juárez y José "Peluche" Peña manejaron a Saltillo; como compañero de Vinicio en aquel equipo estaba Arrmando Reynoso, un lanzador que también llegó a Grandes Ligas a través de los Saraperos; Juan Navarrete y Ricardo Sáenz también eran parte de la plantilla sarapera. Vinicio enseñó gran humildad en su visita a Torreón y quedará en el recuerdo de los aficionados, ese "Diez" que se sacó la directiva al traer a ese "figurón".
Muy pronto Jonathan Villar enseñó lo que puede aportar para Algodoneros, un jugador extranjero de ese calibre tiene que aparecer en los momentos clave, cuando los juegos se deciden a favor o en contra, y no como quienes dan 20 jonrones y producen 85 carreras, pero generalmente cuando los juegos están decididos. Villar quiere regresar a la Gran Carpa y sabe que una buena actuación en Unión Laguna, a sus 31 años le puede abrir las puertas. No, Villar no es cuarto bate ni su anuncio fue una bomba, pero sí es un pelotero estelar que va a dar muchas alegrías a los seguidores del equipo de casa. Caso parecido al de Darryl Motley, que vino después de ganar la Serie Mundial de 1985 con los Kansas City Royals; aquel moreno fue un verdadero espectáculo y después apareció con los Sultanes de Monterrey.
Allen Córdoba es un pelotero muy valioso, que defensivamente cubre varias posiciones con mucha efectividad, es veloz en los senderos y suele ser efectivo con el bate. De Edgar Robles hay muy poco que se pueda decir de él, el viernes apareció como segundo en el orden. Luis Sardiñas como que no hace mucho ruido, pero vaya efectividad, también es ese tipo de jugador que aparece a la hora buena, su defensa en el campo corto es de lo mejor. Nick Torres ahora como cuarto bate, también es de sobra conocido, llegó muy tarde a la pretemporada y eso podría pesarle, aunque lució en los juegos de exhibición en que tomó parte. Jonathan Villar se presentó con el pie derecho, seguramente los contrarios le lanzarán con sumo cuidado, se trata de un verdadero refuerzo, de esos que no llegan en grandes cantidades.
Henry Rodríguez es ya un veterano, pero su experiencia es valiosa, no va a conectar muchos jonrones, pero su especialidad es producir carreras consistentemente. Adrián Tovalín fue junto con Albert Lara lo más destacado de la ofensiva en pretemporada, el espigado jugador está en buen momento y no se le deberá distraer al ponerlo en el jardín izquierdo o la tercera base; Tovalín entregará mejores cuentas como inicialista o designado. Dean Nevárez es ya un receptor consolidado y en esa posición lo más importante es el trabajo atrás del pentágono, pero si se complementa con una buena ofensiva, mucho mejor. El noveno en el orden fue Chad Sedio, que vino de los Leones de Yucatán y en el invierno juega en Nicaragua. Algodoneros tiene una buena banca, aunque hay varios jugadores que pronto se integrarán al roster.
Y ya aparecieron algunos comentarios sobre el relevo titubeante de Thomas McIlraith; primero hay que decir que Ramón Orantes hizo lo correcto al traer a su cerrador a defender ventaja de una carrera en la novena entrada, luego de que su preparador, José Torres había resuelto en la octava; es muy temprano para evaluar el trabajo de un relevo corto, pero lo que McIlraith enseñó en Hermosillo, es destacable y el estadounidense pronto tendrá su revancha; este viernes lo más importante es que se ganó, venir de atrás siempre es un plus, y más frente a los Sultanes de Monterrey, con un invitado de lujo como Vinicio Castilla y con un estadio de la Revolución repleto de entusiastas aficionados que ojalá asistan en una cantidad similar durante los 45 juegos programados del calendario regular. ¡Felicidades y que vengan muchos éxitos más!