Hace apenas cuatro años Guillermo Murra Marroquín inició su aventura como directivo de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), el joven empresario originario de la Comarca Lagunera adquirió en sociedad con Francisco Orozco Marín, la franquicia de los Algodoneros de Unión Laguna; desde 2022 el mismo club informó de manera oficial, que Murra Marroquín era a partir de entonces, propietario absoluto de la organización lagunera. Algo ha hecho bien este personaje en tan corto tiempo, que llamó la atención de los otros 17 directivos de la liga, para nombrarlo de manera unánime al frente de este consejo, el cual tiene una importancia a la altura del propio presidente de la LMB, Horacio de la Vega Flores. Hoy el nonagenario circuito de verano está hundido en una crisis severa, y se debe trabajar fuerte para sacarlo adelante.
El Consejo de Dueños de la LMB fue creado como un organismo de apoyo a la presidencia del circuito; la última etapa de Pedro Treto Cisneros (qepd) al frente de la LMB, se desarrolló con fuertes diferencias entre el titular de la liga, y algunos de los directivos, principalmente los de mayor peso en aquel entonces, como Roberto Mansur Galán y José Maiz García, presidentes de los Diablos Rojos del México y Sultanes de Monterrey, respectivamente. Pedro Treto Cisneros era un enamorado del beisbol, primero fue directivo de los Sultanes de Monterrey, después escaló posiciones y llegó a ser la máxima autoridad. Antonio Ramírez Muro finalizó su gestión de 19 años al frente de la liga, en 1981, para dejar la estafeta en manos de un triunvirato, integrado por Pedro Rubén Treto Cisneros, Roberto Mansur Galán, y el histórico Roberto "Beto" Ávila González.
A partir de 1983 Pedro Treto Cisneros fue el único presidente del circuito, y su gestión finalizó en 1999, cuando en la Convención del Beisbol Mexicano, le dieron las gracias, en una triste jornada para el ya desaparecido directivo. Como interino se nombró a Gustavo Ricalde Durán, entonces propietario de los Leones de Yucatán, pero la muerte lo sorprendió, para dar paso a José Orozco Topete, que llegó en el año 2000; Raúl González Rodríguez ocupó el cargo de 2002 a 2004, mientras que Alejandro Hütt Valenzuela estuvo a la cabeza un año, de 2005 a 2006. Los tres últimos personajes nada tenían que ver con el beisbol, y se iniciaba así la debacle de la LMB, hasta que en 2007 llegó el yucateco Plinio Escalante Bolio, que ya había sido directivo de los Leones de Yucatán, y durante su periodo de diez años la LMB renació.
Llegó el futbolero Javier Salinas Hernández, que entre sus brillantes ideas hizo que en 2018 se celebraran dos temporadas, por si fuera poco, por cuenta propia firmó algunos acuerdos con las ligas mayores, los que llevaron a la LMB a lo que hoy es, un circuito independiente, después de muchos años de pertenecer al beisbol organizado. Gabriel Medina Escalante cubrió el cargo de manera interina en 2019, con el conocimiento suficiente, pero sin autoridad para tomar decisiones; y fue así como apareció Horacio de la Vega Flores, que va por su quinto año de gestión. El Consejo de Dueños está para apoyar a la directiva de la LMB, pero también para impedir que se cometan errores tan costosos como los que tanto afectaron, en las gestiones de José Orozco Topete, Alejandro Hütt Valenzuela, Raúl González Rodríguez y Javier Salinas Hernández.
Hace muy poco tiempo la LMB informaba sobre los jugadores suspendidos por arrojar positivo tras el examen antidoping, los boletines oficiales decían claramente el nombre del jugador, la sustancia consumida y la sanción a la que se hacía merecedor. La primera vez que se incurría en esa falta el castigo era de 50 juegos, en la segunda el jugador se iba 100 juegos, y para la tercera venía la expulsión definitiva del circuito. Hoy existe un rumor, solo eso, de que los castigos por el doping positivo, se cubren con multas económicas, pero aquella transparencia con que se manejaban las cosas, quedó en el olvido. La venta de jugadores mexicanos al beisbol de Estados Unidos, se acabó, porque hoy las condiciones económicas son muy desfavorables para las organizaciones de la LMB; hoy quienes venden son las academias.
Por parte de El Siglo de Torreón, cubrimos las Convenciones Mundiales del beisbol organizado, en Anaheim, California, Dallas, Texas y Boston, Massachusetts; daba gusto ver la importancia que la Liga Mexicana de Beisbol, tenía entre los máximos jerarcas del beisbol mundial, tanto de Estados Unidos como del Lejano Oriente; se tenía bien ganada la clasificación "AAA", los equipos trabajaban con mucho entusiasmo en el desarrollo de jóvenes talentos mexicanos, y había muchos beneficios que se perdieron. Esta es apenas parte de la problemática que Guillermo Murra Marroquín va a enfrentar como presidente del Consejo de Dueños. Hoy Tecolotes se presenta a jugar sin un solo jugador nacido en México, en su lineup, y eso afecta notablemente a la LMB. Sí, Murra Marroquín tiene un problema grande, pero de ese tamaño es su capacidad.