Como bola de nieve han crecido los señalamientos hacia la dirección de Ramón Orantes, al frente de los Algodoneros de Unión Laguna. Este 2023 es un año sin precedentes, el presidente de la organización, Guillermo Murra Marroquín, ha reiterado la intención de ganar el campeonato de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), para respaldar sus palabras se ha hecho una inversión millonaria, como nunca se hizo desde 1985, cuando la franquicia llegó a Torreón, procedente de Ciudad Juárez, Chihuahua. Ahora quienes hablan de beisbol, al referirse a los favoritos de la Zona Norte, mencionan a Tijuana, Monterrey, Monclova, Dos Laredos y Unión Laguna; lo que ha enseñado el equipo guinda no es obra de la casualidad, sino de una fuerte inyección económica, pero es necesario que un Fórmula 1 sea tripulado por un piloto de esa categoría.
En los tres últimos días la directiva anunció tres nuevas caras, se trata de jugadores con experiencia en ligas mayores, y destaca el caso de Dérmis García, un poderoso bateador de apenas 25 años, ya con experiencia en el mejor beisbol del mundo, y con toda la intención de regresar a la gran carpa con la organización a la que pertenece, Atléticos de Oakland. García seguramente será ubicado como cuarto bate, y el primer punto, es ¿quién será el extranjero sacrificado? Después vendrá la decisión de ajustar el orden al bate; la presencia de García debe aligerar la carga ofensiva a Nick Torres, Luis Sardiñas, Jonathan Villar, Henry Rodríguez, Adrián Tovalín, Albert Lara y Alejandro Flores; esta ofensiva deberá producir más carreras y en general enseñar mayor profundidad.
Los lanzadores, el estadounidense Jake Robert Jewell y Julián Fernández, quisqueyano, también llegan como refuerzos y en busca de fortalecer un departamento en donde a Unión Laguna le ha dolido esta temporada. Jewell en ligas menores participó en 258 juegos, de los cuales inició 83; en ligas mayores, de los 31 juegos en que ha participado, siempre lo hizo como relevo. Julián Fernández, por su parte, no registra ni siquiera un juego iniciado, ni en ligas mayores ni en las menores; es claro que se trata de un relevo natural. De este análisis se puede concluir que Julián Fernández será el brazo que se venga a unir a José Torres y Thomas McIlraith para trabajar en las últimas entradas. Si se sigue esa lógica, Jake Robert Jewell vendría a unirse a la rotación de abridores, en donde las lesiones ya hicieron de las suyas.
Hasta el miércoles 28 de junio Unión Laguna tenía ocho extranjeros; Jake Jewell, Braden Webb, Yoanys Quiala y Thomas McIlraith, entre los lanzadores, mientras que los bateadores son: Luis Sardiñas, Allen Córdoba, Jonathan Villar y Henry Rodríguez. Hoy Laguna está dentro de lo permitido, porque tiene a Aldo Montes en los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Pero hoy jueves la directiva deberá hacer ajustes, ante las inminentes altas del lanzador dominicano Julián Fernández, y el bateador también quisqueyano Dérmis García. Si ayer frente a Tecolotes, Yoanys Quiala tuvo una mala actuación, ahí quedará libre una plaza de extranjero, ¿pero la otra plaza?, será una decisión muy difícil, la cual habrá que tomarse con la cabeza completamente fría, porque será clave en las aspiraciones del equipo.
Se ha hablado mucho de que el otro sacrificado será Henry Rodríguez, pero el "Pollito" en los últimos juegos ha sido el bate más caliente del equipo, con batazos a la tierra de nadie, pero en el momento justo que se necesita. Hasta antes del último de la serie frente a Tecolotes, Allen Córdoba estaba sumido en un enorme slump de bateo, y no se puede descartar al panameño como el foráneo que salga, aunque Henry Rodríguez todavía tiene la opción de cambiar su estatus a "mexicano", siempre y cuando reciba su carta de naturalización; desde que la LMB dio a conocer esta nueva regla, Unión Laguna enfocó las baterías en Henry Rodríguez, pero pronto estaremos ya en la recta final de la temporada regular y el tiempo es muy corto, cuando se trata de una situación ajena al equipo y depende de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Algodoneros ha tenido muchos problemas en su entorno, hay movimientos del manager que no se entienden, y los señalamientos de la afición cada día son en mayor cantidad. La "angustia" de los laguneros se entiende, porque ninguno de los aficionados actuales vio el campeonato de 1950, desde que el equipo regresó a Torreón en 1985, han sido puras tristezas y decepciones, a cambio de muy contados momentos de alegría; al ver las intenciones de la actual directiva, respaldadas por hechos concretos, al contratar jugadores de alto nivel, resulta muy frustrante que todo ese esfuerzo se pierda por decisiones de personajes que no nacieron en La Laguna, y algún día se van a ir, sin dejar nada en su paso por esta tierra. Las decisiones en el escritorio son importantes, pero también lo son las que se toman en el terreno de juego.
