Conforme a las leyes canónicas quien cometió este hecho es acreedor a la excomunión de la Iglesia Católica.
El Santísimo Sacramento, ornamento religioso donde se guardan las hostias para la comunión, fue robado del templo de Nuestra Señora de Guadalupe de Monclova, informó la Diócesis de Saltillo.
Monseñor Hilario González García, obispo de la diócesis informó que el miércoles entre las 7:00 y 7:30 de la tarde sustrajeron el artículo de la iglesia que se ubica en un exclusivo sector de Monclova.
A través de un comunicado, el obispo expuso su tristeza e indignación por este latrocinio.
El Santísimo Sacramento es el copón donde se guardan las hostias, es una representación artística de metales preciosos o semi preciosos que representan la hostia consagrada donde se manifestó Jesús, una custodia resplandeciente que es donde se guarda el pan sin levadura para el sacramento, la puertecilla para alojarlo y un mástil o vástago que sostiene esta que termina en una base.
El prelado señaló que de acuerdo al canon 1211 del Código de Derecho Canónico este robo es un sacrilegio contra las sagradas especies eucarísticas y un delito contra la religión y la unidad de la iglesia.
Expuso que conforme a las leyes canónicas quien cometió este hecho es acreedor a la excomunión de la Iglesia Católica.
Informó que comunicará de esta situación a la congregación de la doctrina de la fe, cuya cabeza está en el Vaticano preciso que el canon 1211 del código de derecho canónico y se le dice que en los lugares sagrados que han sido violado no se puede ejercer culto hasta que se repare la injuria por un rito penitencial Atenor de los libros litúrgicos.
El acto de reparación ha de presidirlo el obispo diocesano o un delegado, y en esta ocasión fue designado el reverendo Don José López Sandoval.
Hizo un llamado a la comunidad para que si alguien encuentra a la sagrada socias y el copón que las guardaba, lo notifique a la parroquia.
Calificó como gravísima la afrenta e invitó a los fieles a unirse en oración a realizar actos de desagravio y fomentando el amor a Jesucristo en la eucaristía. También invitó a los fieles y particularmente a los párrocos a cuidar con esmero la seguridad de los lugares sagrados.
