Los Algodoneros del Unión Laguna lograron meterse por tercer año consecutivo a los playoffs, algo que no sucedía desde la década de 1970, cuando muchos de los aficionados actuales al equipo Guinda, ni siquiera habían nacido. Con solamente una victoria más, en comparación a lo hecho el año pasado, los Algodoneros terminaron en la misma posición en el standing, la quinta, un lugar al que descendieron durante el loco último día de la temporada regular, en el que los laguneros tuvieron tres rivales diferentes, conforme avanzaba el reloj.
Calificar a los playoffs es sinónimo de éxito deportivo, pues el llegar a esas instancias significa la culminación de un camino de 90 juegos, para llegar a la meta que es la postemporada, donde todos quieren estar. Sin embargo, en el caso de esas temporadas tan extensas, de cerca de un centenar de juegos, suelen darse sus particularidades y no todo es dulce, pues se juega todos los días y no hay manera, en el beisbol profesional con un calendario de ese calibre, de que un equipo gane absolutamente todos sus juegos.
Una de esas particularidades que no dejan de llamar la atención, es que de esas tres ocasiones consecutivas en que el equipo Guinda se ha colocado en playoffs, en dos ha sido durante temporadas en las que la directiva ha optado por cambiar de mánager. En 2021, el recordado Omar Malavé (QEPD) sí inició y terminó la temporada, logró llevar al equipo hacia postemporada en el último juego de la campaña regular, que fue una doble cartelera en el Estadio de la Revolución, amenazada por lluvia; con todo y eso, Malavé no estaba contemplado para regresar como piloto Guinda para el año siguiente y la posibilidad se extinguió por completo, cuando se dio el lamentable fallecimiento del estratega venezolano.
Para el 2022, el tijuanense Oscar Robles fue designado mánager del equipo lagunero, pero únicamente logró mantenerse en el timón durante 30 juegos y fue cesado por la directiva, luego de un mal arranque que condenó al equipo al último lugar de la Zona Norte. Entró al quite Ramón Orantes y cumplió maravillosamente con la exigencia, llevó al equipo hasta los playoffs, cayó en la primera ronda y el bajacaliforniano regresó como manejador para el 2023, pero tampoco logró terminar la temporada, pues el equipo se metió en una mala racha a punto de entrar en la recta final del calendario, Ramón renunció y el boricua José Molina, quien estaba como coach de banca, asumió el liderazgo y vive su primera experiencia como mánager, en playoffs de la Liga Mexicana.
No deja de llamar la atención, que en ese lapso de tres temporadas que terminan con boleto a playoffs, el Unión Laguna haya tenido tres mánagers diferentes, aunque en “defensa” del equipo, no es la paciencia algo que caracterice al beisbol mexicano, ya que solamente en esta campaña 2023, prácticamente el 80 por ciento de los equipos cesaron a sus mánagers, a lo largo del calendario. A veces, un golpe de timón puede ser ese aliciente que se necesita para que un equipo encuentre el camino hacia la consecución de un logro importante, finalmente son apuestas que toman los directivos, algunas veces saldrá bien, otras no tanto, finalmente, como decía la canción que ya es todo un clásico, son “cambios extraños que hay en mí, y no hay duda alguna”.
Donde sí ha habido más paciencia es en los protagonistas en el terreno, los peloteros, pues el Unión Laguna tiene bien establecida su base de nacionales y en cuanto a los extranjeros, es prácticamente nula la rotación, salvo por casos como el de Didi Gregorius, quien fue llamado a regresar a Estados Unidos, con poca fortuna. Ese es el estilo de dirigencia que ha adoptado el Unión Laguna, procurando la cohesión de su grupo de peloteros, jóvenes, con talento y sentido de pertenencia a su equipo, una buena apuesta para tratar de trascender en la postemporada, que ya se ha convertido en un lugar habitual para ellos. Buen fin de semana y recuerden disfrutar la vida y los playoffs, hasta que caiga el out 27.
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