El gobernador supervisó ayer los últimos detalles de la Velaria del Centro de Convenciones. (EL SIGLO DE TORRÉON)
El Puerto Noas y el Centro de Convenciones de Torreón se consolidaron como organismos descentralizados autosustentables, y seguirán operando bajo ese mismo esquema en la próxima administración, dijo el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís.
Detalló que en ambos casos, se les fueron inyectando recursos económicos tras su creación, de manera que actualmente ya generan sus propios ingresos para el pago de nóminas y gastos de operación en general, aunque seguirán dependiendo de la Secretaría de Finanzas y estarán sujetos a auditorías, como cualquier otro organismo público descentralizado.
Riquelme Solís dijo que en el Centro de Convenciones de Torreón, que se creó durante su gestión, se exploró el modelo de negocios más adecuado y se determinó su descentralización.
Inicialmente, se le asignaron recursos y poco a poco se hizo autosustentable, por lo que en la actualidad no sólo cubre gastos de operación sino incluso obtiene ganancias por los servicios que brinda en sus diferentes salones para reuniones, convenciones y demás.
Dichos ingresos se van al fideicomiso, donde están representadas las Secretarías de Finanzas, Turismo y Pueblos Mágicos, así como los organismos de convenciones y visitantes, comercio entre otros, lo cual brinda una transparencia adecuada al manejo de dichos recursos.
DIFERENTE PROCESO
En el caso del Puerto Noas, otro proyecto de su administración, Riquelme Solís consideró que fue un proceso más complicado, dado que fue necesario adquirir los terrenos que después se cedieron a la Diócesis de Torreón, a la que en próximos días se entregarán las escrituras correspondientes.
Al igual que el Centro de Convenciones, este centro turístico ha alcanzado la autosustentabilidad financiera y solamente se les apoya con cuestiones mínimas y muy específicas.
En ambos casos, los organismos operan con números negros y el Puerto Noas se consolidó como el paseo turístico más visitado este año, con dos millones de asistentes, al ser una de las mejores réplicas de la Tierra Santa que existen.
El gobernador de Coahuila indicó que, sin embargo, el teleférico no será puesto en manos de la diócesis porque su mantenimiento es muy costoso y debe realizarse cada seis meses, aunque también opera con números favorables.
"De hecho se compraron dos góndolas más", indicó, tras señalar que el paseo tiene una alta demanda.
