(SERGIO A. RODRÍGUEZ)
Milagrosamente vivos, sólo con algunos golpes, resultaron los tripulantes de una avioneta Cesna que se desplomó entre Coahuila y Nuevo León en un aterrizaje forzoso entre la maleza del desierto.
El motor de la aeronave perdió potencia y perdió altura, por lo que el piloto de la nave tuvo un aterrizaje forzoso. Él y su copiloto, un estudiante de aviación, salieron ilesos del percance.
La cauda de la avioneta ocurrió en Rancho Nuevo, municipio de Juárez, en los límites con Nuevo León, con el municipio de Anáhuac.
Ulises Ramírez Guillén, Delegado de la Fiscalía General del Estado (FGE) en la Región Carbonífera, explicó que el accidente se registró el sábado y del hecho tomaron conocimiento Protección Civil de Juárez, la Policía Estatal destacamentada en ese municipio, personal de la Agencia de Investigación Personal (AIC) y la Guardia Nacional.
El piloto se identificó como Julio Bazán Perkins, de 52 años de edad, quien era acompañado por Jorge Gabriel Ramos, estudiante de aviación, informó el titular de la representación social.
Despegaron de Monterrey, de una escuela de aeronáutica. Volaron a Nuevo Laredo y luego hicieron una escala en el Aeropuerto de Monclova, explicó.
El delegado indicó que la aeronave tampoco sufrió daños de gravedad, y dijo que las autoridades de aeronáutica civil federales se harán cargo de las investigaciones que pudieran corresponder a estos hechos.
Los elementos de la Guardia Nacional apoyaron el traslado de la tripulación a bordo de una ambulancia a un hospital en Sabinas Coahuila, donde fueron revisados y posteriormente dados de alta.