Este 2023 tiene características muy similares a 2011, en cuanto a la ausencia de lluvias.
Se estima que la sequía por la que atraviesa Durango dejará pérdidas en el sector agrícola por más de mil 700 millones de pesos, pues solamente se tendrá una producción de entre el 15 y 20 por ciento, con relación a lo acostumbrado.
Así lo mencionó Ricardo Navarrete Gómez, titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGDR), quien mencionó que este 2023 tiene características muy similares a 2011, en cuanto a la ausencia de lluvias.
Se sembró a tiempo el 30 por ciento de la superficie agrícola del estado, mientras que, en julio y agosto se sembró otro 30 por ciento, lo que redujo las posibilidades de tener una buena cosecha.
"Creemos que la producción de maíz y frijol, en este ciclo, rondará entre el 15 y 20 por ciento de lo que normalmente se produce, cada año", expuso.
En el caso del frijol, la producción prevista para este año es de entre 15 mil y 20 mil toneladas, cuando generalmente es superior a las 100 mil toneladas.
"Es un frijol que, por su cantidad, ya hasta está vendido, con un costo de entre los 25 y 27 pesos, un buen precio, debido a la escasez", anotó.
No tarda en entrar al estado el frijol americano, lo que influirá en el control del precio de venta al público.
En el caso del maíz, la producción ronda el 25 por ciento con relación a lo normal, una cantidad muy baja en comparación con la demanda.
Al referirse a la ganadería, manifestó que, hasta el momento no se ha tenido una afectación grave, debido a la reacción de los productores, ya que han optado por vender.
"La mortandad de ganado ha sido controlada, en gran parte, como resultado de la comercialización de vacas", destacó el funcionario estatal.
Indicó que son alrededor de 25 mil las cabezas de ganado fallecidas en este periodo de sequía, una cifra que no dista mucho de las que se han tenido en años recientes.
El ganado que ha muerto es viejo, debido a que no está en condiciones de superar estas condiciones climáticas.
Recordó que a la sequía todavía le faltan nueve meses, por lo que vienen tiempos difíciles para el campo.