Sin zapatos y desde la parte baja, fue como subió Doña Alicia el cerro de las Noas para pedir por su salud. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Los más de mil metros del camino en subida al Cristo de las Noas en Torreón, doña Alicia López los caminó descalza. No es la primera vez que lo hace, sino desde el año pasado. Esta vez, fue para pedir por su salud.
Acompañada por su esposo Juan Manuel y sus hijas Milagros y Juana María, Alicia subió poco a poco la cuesta hacia el Santuario de Cristo Rey, para pedir que el dolor de su pierna derecha pare.
"Me duele mucho mi pierna", dijo Alicia mientras toma un descanso para continuar subiendo y soba la parte de su pierna que desde hace tres meses no le ha parado de doler.
"Le pido a Dios que me ayude", comentó la mujer, mientras una de sus hijas la ayuda a sentarse en una pequeña barda empedrada que rodea el camino. Compartió, que desde pequeña su madre le inculcó asistir cada Viernes Santo al Santuario, "tenemos años, desde que mi madre vivía, yo estaba chiquita", dijo sonriente.
Pero desde hace dos años, lo ha hecho descalza, haciendo el camino aún más complicado, pues lo hace desde la parte baja del cerro, distancia que supera los mil metros, con tramos que resultan complicados.
"No me canso, ahorita le pido a Dios que me ayude y ahí la llevo. Me duele mucho, pero la fe es la buena", dijo al levantarse para continuar con su camino.
En su andar pausado, comentó que fue hace tres meses que se cayó y se lastimó su pierna derecha, accidente que le ha provocado un dolor que en ocasiones resulta insoportable.
"He ido con doctores y nada", dijo angustiada, pero con fe.
Casos como el de Alicia se pudieron ver a lo largo del camino rumbo al Santuario, sobre todo de personas mayores, quienes decidieron hacerlo descalzos como un acto de penitencia.