(EL SIGLO DE TORREÓN)
Una persona sin vida y cuatro lesionados, dos ellos prensados, fue el saldo que dejó un aparatoso accidente al norte de Saltillo la madrugada de este domingo, donde el consumo de alcohol y exceso de velocidad se vieron involucrados.
Fue al transitar sobre el bulevar Pedro Figueroa con dirección al poniente, en la colonia Rancho de Peña, donde circulaba un Volkswagen Bora a exceso de velocidad tripulado por cinco jóvenes los cuales se presume que se encontraban bajo los efectos del alcohol.
Al arribar a la altura de la calle La Lajuela, el conductor perdió el control del volante, luego de subirse al camellón central, terminó estrellándose contra un árbol, ocasionando que el fuerte impacto dejara prácticamente destruido el vehículo en el que viajaban, trascendiendo que el motor quedó a unos metros del auto.
El estruendo ocasionado por el fuerte impacto alertó a trabajadores de una tienda de conveniencia aledaña al lugar de los hechos, quienes de inmediato acudieron a auxiliar a los jóvenes accidentados.
Mientras que dos mujeres lograron salir por su propio pie del auto, quedando tendidas sobre el asfalto con diversas lesiones, el resto de los tripulantes no corrió con la misma suerte ya que terminaron inconscientes y prensados entre los fierros retorcidos del vehículo.
De inmediato se pidió la presencia de los cuerpos de auxilio a través del Sistema Estatal de Emergencias, arribando al lugar oficiales de Tránsito de la Policía Municipal, quienes tomaron conocimiento de los hechos además de cerrar la circulación a fin de evitar un segundo accidente, y acordonar la zona.
Paramédicos de Cruz Roja junto con los el Cuerpo de Bomberos de Saltillo trabajaron en equipo para librar a los jóvenes que se encontraban prensados, con ayuda de equipo hidráulico y las conocidas “quijadas de la vida”, con las que una vez que hicieron cortes en el techo, se logró liberarlos.
Hasta las instalaciones de Cruz Roja fueron trasladados dos de los jóvenes en código amarillo, familiares de otro de los lesionados hicieron lo propio a un nosocomio privado de la localidad; mientras que los dos últimos, los cuales presentaban graves lesiones, fueron trasladados en código rojo al Hospital General de Saltillo.
Sin embargo, fue a este último nosocomio, cuando uno de los jóvenes de aproximadamente 25 años de edad y el presume era el conductor del auto, perdió la vida; mientras que su copiloto se debate entre la vida y la muerte en la cama del hospital.
Tras lo ocurrido, Agentes de Investigación Criminal de la Fiscalía General del Estado acudieron al nosocomio, así como al lugar donde ocurrió el accidente, como parte de las diligencias de campo correspondientes.
Una vez que se concluyeron con las pesquisas, se ordenó el levantamiento del cuerpo para ser trasladado al Semefo, donde se le practicara la necropsia de ley y con ello determinar las causas de su muerte.