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Tomás Zerón, señalado por el actual gobierno mexicano por orquestar la cobertura de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa tiene pocas posibilidades de ser extraditado.
Fuentes del gobierno de Israel refirieron lo anterior al diario The New York Times, pese a que Zerón torturó testigos y manipuló evidencia durante las investigaciones en el caso.
En los últimos años, desde que se refugió en el país (2019), el exjefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la PGR, ha hecho amistad con personajes de las clases altas en Tel Aviv.
Pese a que México ha solicitado su extradición desde el 2021, los funcionarios comentaron que la petición "está muerta".
Expertos han señalado que de no extraditarlo, le costaría a México la oportunidad de obtener nueva información sobre el caso, dado que se presume que los normalistas desaparecidos en septiembre de 2014 están muertos, pero no han sido encontrados.
Si bien la principal causa de la negativa a la extradición ha sido el apoyo de México a las investigaciones de las Naciones Unidas contra los presuntos crímenes de guerra cometidos por Israel contra Palestina, el gobierno de López Obrador ha cometido una serie de fallos diplomáticos más.
En octubre pasado, el subsecretario Alejandro Encinas fue grabado durante una reunión secreta con Tomás Zerón en Tel Aviv, donde expresó dudas sobre los cargos contra el exfuncionario.
Encinas defendió que trató de convencerlo de cooperar y regresar a México.