Un vendedor ingresó a la explanada de la clínica No. 16 del IMSS a vender alimentos chatarra a las y los derechohabientes.
Aunque el Reglamento Hospitalario señala que no se permite el acceso con flores, alimentos, animales, bolsas ni bultos voluminosos, en los últimos días ha habido un mayor descontrol en el Hospital General de Zona con Medicina Familiar (HGZMF) No. 16 del IMSS de Torreón. Ello va en contra del protocolo de seguridad y salubridad de la Ley General de Salud.
No solamente se ha visto a vendedores ambulantes en el pasillo exterior del bulevar Revolución, junto a la barda perimetral metálica y a las afueras de la farmacia, sino que ahora, hay personas que ofrecen sus productos en la explanada de la clínica debido a que desde hace tiempo, se retiró al personal de vigilancia que controlaba el acceso a la misma.
Recientemente, se observó a vendedores ambulantes en la explanada, donde cientos de derechohabientes esperan diariamente para ingresar a consulta o a realizar algún trámite de pensiones y/o subsidios. Venden desde papas fritas con salsa, golosinas, chocolates, cigarros, agua embotellada y refrescos. Hace días, un niño con una férula en el brazo que salió de la consulta médica, se detuvo a comprar unos churros a un hombre que llevaba un diablito de carga con dos hieleras, una bolsa grande repleta de frituras de harina y un galón de cuatro litros de salsa para botanas.
Además de los vendedores en la explanada, a las afueras hay quienes ofertan alimentos, cigarros, revistas, productos lácteos, ventiladores portátiles, plumones, audífonos y diversos artículos piratas.
POSTURAS
La señora Irma, derechohabiente de la clínica No. 16 dice que entiende la necesidad económica de los vendedores ambulantes, pero también considera que "debe existir mayor regulación en los hospitales, pues a veces es muy incómodo y hasta molesto que vas entrando a la explanada o a la misma farmacia y tengas a todo el ambulantaje obstruyendo las entradas, además de que es mala imagen y hasta un riesgo para la salud porque, pues se tiene que cuidar mucho la higiene y las enfermedades gastrointestinales o de otro tipo".
El señor Alejandro, otro derechohabiente, indicó que los vendedores ambulantes "son necesarios porque luego uno que tiene internado a familiares, pues a veces sale y no haya que comer, lo que sí estaría bien es que igual el Municipio les asigne un lugar donde no invadan y todos felices y contentos".
Hace poco más de cuatro años y en coordinación con el gobierno municipal, el Instituto había retirado al menos doce puestos ambulantes en el acceso principal de la clínica No. 16 del IMSS en Torreón, mismos que estaban formados por mesas, sillas lonas y hasta sombrillas, mismas que bloqueaban el flujo de los pacientes y personal hospitalario.
El propio instituto informó en ese entonces que la explanada de la clínica tampoco podía ser ocupada por vendedores de ninguna clase, además de que el paso de los comerciantes de alimentos con canastas y cajas estaría regulado de una forma más estricta.
También se endurecería la supervisión de los accesos con los propios usuarios para evitar el desorden entre las zonas de consulta y las administrativas y en el tema de los ambulantes, sería la administración municipal la que se encargaría de revisar que no regresaran los vendedores a los accesos especiales de los usuarios, aunque la situación también se podía reportar a la coordinación general de la clínica. En este 2023, la problemática resurgió.