El boxeador mexicano fue despedido por familiares y amigos. (Cortesía WBC)
Con el ánimo y la preparación a tope, el campeón mundial mexicano Rey Vargas voló a Estados Unidos para enfrentar mañana sábado a O'Shaquie Foster, ante quien disputará el título vacante Superpluma del Consejo Mundial de Boxeo (WBC, por sus siglas en inglés).
"Emocionado (por los mariachis) no siempre se despide así y esto es una motivación más, vamos por algo grande en el boxeo y en lo particular los retos que me gusta", dijo el pugilista del Estado de México.
Al compás de la canción "El Rey" fue recibido por los aficionados que se dieron cita en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para despedirlo y desearle suerte en su pelea de este fin de semana en el Alamodome de San Antonio.
Perfil bajo
"Hemos estado haciendo historia en voz baja pero con una carrera sólida y queremos consolidarnos con esta pelea y con un nuevo campeonato, así que estamos mentalizado para ello. No es un flan, no es cualquier rival, pero así saben más rico las victorias que no estás peleando con cualquiera, que es un rival de nivel y que es posible pasarlo.
A la afición que nos sigue y que nos apoya de corazón, se le agradece, esta pelea es para mi gente, por México", sentenció.
Un pilar para Vargas es su entorno: "mi familia es mi primer motor, están detrás de cámaras, saben lo bueno y lo malo, las complicaciones que pasa uno, siempre han estado en mi esquina y son primordial y motivacional que me acompañen".