Por las complejas formas que tiene el humano para anclarse en este mundo, le van apareciendo con la claridad de una revelación los gustos por algo e incluso la pasión por amores o actividades. Es como una guerra y de ellas, nadie sale ileso, nadie. Uno viaja con sus favoritos, los conoce, los busca proteger con la mirada, le seducen sus formas y desea que sus héroes nunca se terminaran.
La nostalgia es una fosilización del pasado y uno con los Atléticos de Oakland de 1972 a 1974, resucita su propia juventud. Ahí estaba nuestro Horacio Piña del que decía el inolvidable amigo Rodolfo Ayup (f) que mataba lagartijas a pedradas tirando por abajo del brazo y así llegó a las Grandes Ligas con los bigotones con Bert Campaneris, Billy Conigliaro, Ken Holtzman, Sal Bando, Manny Trillo Vitico Davalillo, Dick Greene, Dal Maxvill, Jesús Alou, Reggie Jackson, Gene Tenace, Joe Rudi con dos tipos de fábula, Vida Blue y Catfish Hunter, dos lanzadores de película.
Vida Blue se fue este último fin de semana a los 73 por el maldito cáncer. Su récord de por vida fue 209-161 y ganó tres Series Mundiales. Zurdo de bola rápida, era un show en la loma por su potencia y combatividad. En 1971 tuvo marca de 24-8 con ocho blanqueadas y 300 ponches. Claro, fue el Cy Young y el MVP. Siempre estuvo confrontado con Charley Finley el dueño por sus salarios. El Alto Comisionado de ese tiempo Bowie Kuhn, vetó que Yankees comprara su pase.
Vida se enroló con la cadena NBC como analista para los juegos de San Francisco Giants a su retiro del beisbol. Sufrió siempre y admitió que fue borrado de la lista para el Salón de la Fama en 2005 porque varias veces fue descubierto usando sustancias prohibidas. La pregunta es ¿por qué se tienen que ir los ídolos queridos? Sí, porque son humanos pero también son una parte de nosotros que ahora mismo desearíamos verlos en plenitud ¿y también nosotros jovencísimos?
Bajando al nivel de la realidad de hoy, bajando por la escalera de la vida desde el piso 20 uno ve la cara de nuestra gente feliz. No le importa que Santos Laguna haya sido lugar 13, que haya recibido 40 goles, solo quieren saber del Monterrey para enfrentarlo ahora mismo, sin que importe que haya sido superlíder. La afición está extasiada por el emotivo sábado, ¿sin considerar que su defensiva es una coladera? Tal vez sea mejor tomar todo con la debida serenidad.
La gente está en su legítimo derecho de creer e ilusionarse, por más que le sea imposible esconder sus temores por la endeblez defensiva. Afronta casos curiosos. Repetto, que es un tipo inteligente y arriesgado confió en el muchacho Diego por encima de los chicos extranjeros Emerson y Saltita que están pintados y parecen impactarse con el escenario, lo que no le sucedió al tapatío Rivaldo Lozano, que lanzó con autoridad el penal decisivo en Pachuca.
Es claro que para ser buen reportero, hay que caminar para aprender y desarrollar. El buen fan es como un soldado del amor que lleva sus colores untados al pecho, su equipo es gestor de historia y leyenda y se vive como un poeta, con vaivenes anímicos, desengaños y lágrimas.
