EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

columnas

¡Arrancan!

ARTURO SARUKHÁN

Faltan aún muchas primarias y asambleas (y delegados -mil 233 de ellos- por asignar) en la precampaña estadounidense de aquí a junio, que es cuando éstas concluyen. Pero para todo efecto práctico, este arroz -predeciblemente- ya se coció la semana pasada con los resultados del llamado Supermartes, fecha en la cual celebran sus primarias el mayor número de estados, varios con la mayor población del país (más de un tercio de la nación), como Texas y California. Si bien Trump aún no alcanza la cifra de delegados requeridos para hacerse de la nominación -lo que podría lograr en las próximas horas-, sus victorias en las primarias de costa a costa -con excepción de Vermont, que se embolsó Nikki Haley- inyectan certeza matemática a lo que ha sido realidad política durante algún tiempo. Con esos resultados, así como con el discurso anual del presidente sobre el Estado de la Unión dos días después, ya ha arrancado de facto la campaña presidencial.

Hay dos saldos que me parecen los más relevantes del Supermartes. El primero de ellos es que Trump está sangrando votos, no sólo comparado con su propio desempeño en las primarias de 2016 y 2020, sino también cara a Haley. Esta obtuvo en Utah 41% de los votos, en Massachusetts 37%, en Virginia 35%, en Colorado 33% y en Minnesota 29%. Estos estados son particularmente reveladores dado que la dirigencia nacional del GOP considera que potencialmente podrían lograr ponerlos en juego para cuando llegue noviembre. Por ello, los republicanos que votaron por Haley se convierten en un gran factor de incertidumbre para la candidatura de Trump y en un potencial factor de oportunidad para la reelección del presidente, ya que las encuestas a boca de urna muestran que cuatro de cada cinco votantes de Haley se negaron a comprometerse a respaldar al candidato republicano en noviembre. Y su mejor desempeño se produjo en zonas metropolitanas, en pueblos universitarios y en los suburbios. Estos últimos podrían plantear problemas serios para Trump, dado que es ahí donde hoy se ganan o se pierden elecciones presidenciales en EUA. El segundo es un foco amarillo parpadeante para Biden que ya se había encendido en la primaria en Michigan en febrero y que el martes en Minnesota se volvió a prender. Las primarias demócratas permiten la figura de voto "no comprometido" en la boleta. Esa opción, a la que recurrieron 100 mil votantes demócratas en Michigan para expresar su descontento por la postura de Biden con respecto a las acciones israelíes en Gaza, obtuvo 19% de los votos en Minnesota. Ambos estados, sobre todo Michigan, uno de los seis estados que decantarán en el Colegio Electoral la elección presidencial, tienen la mayor población musulmana estadounidense -sobre todo árabe y palestina- en el país. Estos votos subrayan además el problema real que tiene Biden con el sector progresista y el voto joven de su partido, que a lo largo de la gestión del actual primer ministro israelí se han vuelto acérrimos críticos de sus acciones en los territorios ocupados. Ello también explica la creciente presión sobre Netanyahu, articulada en el discurso pronunciado por Biden ante el Congreso el jueves, para que implemente un cese al fuego inmediato en Gaza.

Pero en el fondo, lo que el Supermartes ha demostrado patentemente es que las primarias de este año han resultado ser las más anticlimáticas de la elección presidencial más trascendental en la historia reciente de EUA.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Columnas editoriales

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 2280816

elsiglo.mx