EFE
Los ataques diarios de Rusia contra Ucrania son la mejor prueba de que Rusia no desea el diálogo y de que Ucrania debe seguir luchando por su existencia, dijo ayer lunes la embajadora ucraniana ante la ONU en Ginebra, Eugenia Filipenko.
"Rusia no tiene intenciones de sentarse a negociar", sostuvo la diplomática, quien aseguró que el Gobierno de Volodímir Zelenski seguirá combatiendo "para lograr la retirada total e incondicional" de todas las fuerzas rusas hasta las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania.
"No haremos concesiones que afecten a nuestro territorio o a nuestro pueblo, esto está muy claro, así que no nos queda otra alternativa que luchar por nuestra libertad y nuestro futuro", recalcó en una conferencia de prensa.
Filipenko insistió en la necesidad urgente que tiene Ucrania de recibir de sus aliados occidentales armamento de largo alcance y de defensa aérea, ya que "quien controle el cielo ganará la guerra".
Sobre la posibilidad de que Donald Trump vuelva a ser presidente de Estados Unidos y bloquee la ayuda militar de su país a Ucrania, señaló que EUA "ha sido un gran aliado y esperamos que su apoyo no decaiga independientemente de quien esté en la Casa Blanca".
En un encuentro organizado por la Asociación de Corresponsales Acreditados ante Naciones Unidas en Ginebra, Filipenko comentó que la muerte del líder opositor ruso Alexei Navalni, el pasado viernes, demuestra una vez más la crueldad de la autocracia en la que se sustenta el Gobierno ruso.