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La producción de cereales en la campaña 2022-2023 alcanzó en Marruecos las 5.51 millones de toneladas, lo que supone un 15 % menos que la media de los últimos cinco años, debido a la sequía que sufre el país desde hace años.
El organismo estadístico marroquí Alta Comisión de Planificación (HCP, por sus siglas en francés) destaca en su informe económico para 2024 que esta campaña agrícola "se desarrolló en condiciones climáticas desfavorables, caracterizada por un déficit de precipitaciones y choques térmicos".
Marruecos atraviesa una prolongada sequía y un grave déficit de recursos hídricos con una caída del 67 % de las lluvias, lo que llevó al Gobierno a anunciar varias medidas restrictivas para afrontar la escasez del agua. En este contexto, la cosecha de cereales fue de 55.1 millones de quintales (5.51 millones de toneladas), lo que supuso un aumento del 62 % respecto a la campaña anterior, pero un descenso del 15 % respecto a la media de los últimos cinco años.
El resto de cultivos, añade HCP, "registraron una evolución moderada".En cuanto a la actividad ganadera, el organismo estadístico marroquí afirma que se vio impactada negativamente por la sucesión de años de sequía y el aumento de los costes de producción, lo que a su vez provocó un aumento de las importaciones de ganado.