El segundo año de guerra entre Rusia y Ucrania no ha dado tregua ni a los soldados ni a la población civil.
Actualmente, el este ucraniano, región industrial fronteriza con Rusia, es escenario de los conflictos más intensos que dieron inicio el pasado 24 de febrero de 2022. La cifra de civiles fallecidos supera los 10 mil, según el último informe de las Naciones Unidas.
Del total de lesionados, se espera que más de 20 mil personas, incluyendo soldados, sufran alguna amputación. La mayoría de las lesiones son a causa de minas antitanques, antipersonales, ataques aéreos y proyectiles de artillería terrestre.
En 24 meses de conflicto, el desgaste de las tropas de Kiev y la falta de apoyo internacional beneficia al presidente de Rusia, Vladímir Putin, pese a la alta moral de los ucranianos.
Esto se debe principalmente a la contención de las tropas de Moscú en el frente de batalla y las acciones del Ejército de Ucrania para evitar la toma de Kiev al inicio del conflicto.
Una encuesta divulgada por la firma Gallup, cuando se cumplieron 18 meses del conflicto mostró que pese a la fatiga de las acciones bélicas, el 60 por ciento de la población sostuvo que se debe seguir peleando hasta vencer, el doble de los que quieren que Kiev negocie una solución lo antes posible, 31%.
En tanto que un sondeo realizado en agosto por Ilko Kucheriv Democratic Initiatives Foundation y el Razumkov Centre exhibió que la gran mayoría de los ucranianos no están dispuestos a llegar a un acuerdo con el agresor que implique pérdida de territorio. El 90% considera inaceptable ceder territorios ocupados.
