Cuando los astros se alinean, maravilla del espacio. Si bien, la explicación científica nos dice que los cuerpos celestes coinciden en el mismo plano, el sol, la luna y la tierra, esa alineación ocasiona cíclicamente eclipses solares y también lunares. En pocas palabras, el sol se oscurece y la luna se baña de rojo. A partir de ahí resultan más complejas e interesantes las interpretaciones. Un dragón se come el sol o la luna se tiñe de sangre tras la decapitación de Juan Bautista. Aunque la comprensión del fenómeno astronómico se conoce desde la antigüedad, las explicaciones resultan diversas y van desde lo divino hasta lo político. Y no es para menos, que, en pleno día soleado, se oscurece de pronto, como si toda la luz se acabara por varios minutos. Podemos imaginar la impresión y el asombro ante repentino suceso. Aquella oscuridad en el día, generó miedo, pero también poesía. Al mismo tiempo, varias culturas fueron capaces de entender los ciclos, como en Babilonia, donde floreció la agricultura y también la civilización. Esa sociedad fue capaz de comprender y registrar un eclipse de sol, en el año 1062 antes de Cristo. Al igual que los griegos, los antiguos fueron grandes observadores de la bóveda celeste. No fue necesario tener "alta" tecnología para leer y entender el cielo más allá de la tierra. Aquellas civilizaciones observaron con detenimiento y paciencia, los mensajes astronómicos. Más todavía, fueron capaces de codificarlos en calendarios, mapas, fechas y fiestas.
Sin embargo, siempre hay quien desprecia las ideas para ufanarse como un hombre práctico que no necesita del pensamiento. Pero Tales de Mileto demostró con creces, que las ideas lo podían hacer rico, de esa manera predijo una buena cosecha de olivas y con antelación rentó todas las prensas disponibles. Lo juzgaron loco, y cuando llegó el tiempo de usarlas, controló los precios. Otro suceso famoso en su vida, fue anticipar con exactitud en el 585 a.C., un eclipse total de sol en medio de la batalla, lo cual provocó un acuerdo de paz entre las partes. Política y astronomía a la vez.
En Alemania se encuentra bien resguardado el Códice de Dresde, un amplio documento maya que contiene información detallada en glifos, sobre astronomía, ciclos lunares, solares y por supuesto, eclipses. El calendario maya es tan preciso como el más certero de los instrumentos modernos. Los mayas fueron excelentes astrónomos, tanto, que el diseño de sus ciudades, están en referencia al cielo y sus ciclos. Es espectacular caminar por Chichen Itza y ver el observatorio llamado Caracol. De la misma manera, cada equinoccio en primavera, renace la serpiente que baja por la pirámide. El notable suceso, es parte del mito, es decir, un relato que representa simbólicamente el momento en que la luz fertiliza la tierra y toma forma de serpiente. En muchos sentidos, ese pueblo tuvo mayor conocimiento que los conquistadores hispanos. ¿Quién ganó? ¿quién perdió?
En el noreste de México, en especial en los cerros de Coahuila, quedaron las huellas de los pueblos originarios, llamados genéricamente chichimecas. Tras la colonización fueron exterminados. Eran nómadas, extraordinarios cazadores, y aunque no formaron ciudades, su conocimiento les permitió convivir sabiamente con la geografía y el clima. No fueron contra el ambiente, sino se adaptaron. El filósofo e historiador Carlos Manuel Valdés, los describió como la gente del mezquite. En miles y miles de rocas, grabaron su historia y también registraron fenómenos astronómicos relevantes. Durante siglos leyeron el cielo y lo tallaron como petroglifos. Ahí están las representaciones del sol, las estrellas, Venus y hasta grabaron en las rocas, el paso del cometa Halley en 1607. Para esas culturas, un eclipse de sol rompió la normalidad, y por lo mismo, causó temor e inquietud, hasta que regresó luz. En torno a esos fenómenos celestes, se forjaron rituales y hasta sacrificios.
Con frecuencia pensamos que nuestro tiempo es el mejor de todos, y no se diga, la tecnología de la época. Soberbia del presente, nos creemos superiores por tener pantallas "inteligentes" prendidas todo el día. No obstante, el acceso a la información no se traduce necesariamente en conocimiento, por el contrario, nos hemos desconectado del cielo y su entorno. El próximo eclipse solar, es la buena oportunidad para hacer una pausa, y a la vez, tener un sentido más amplio.
Nos vemos en @uncuadros