IMPOSICIÓN DE INTANGIBLES
Cita: "Esos fantasmas que hablaban de unos muertos que vivieron horrorizados de estar vivos" Fernando Iwasaki. ¡Aplaca señor tu ira! Lo maravilloso y lo imaginario en Lima colonial.
A lo largo de la historia, desde la religión, o desde los diferentes tipos en que se ha gobernado al mundo, se impone a la sociedad un imaginario que es el punto de partida para influir en el comportamiento humano. Por ejemplo, en el antiguo testamento, un Dios medio vengativo tiene relación con un pueblo infiel, hay que castigar constantemente por sus pecados, de tal manera que los judíos nunca encuentran reposo; aún ahora, no encuentran ese reposo tan ansiado.
En el nuevo testamento, el mismo Dios es más benevolente, y tiene más paciencia, aunque el hombre sigue siendo el mismo pecador de siempre; por otro lado, el nuevo testamento se ha prestado a diferentes interpretaciones, lo que trae como consecuencia las múltiples iglesias cristianas sobre variados puntos de vista de cómo debe ser la vida y la salvación.
Ya los egipcios tenían enfrentamientos entre Atón y Amón; un dios único o un Dios que permitía a otros dioses. (Un Dios cuyo profeta era el faraón, Akenatón, o un Dios que necesitaba de un cuerpo de sacerdotes con mucho poder)
Con los musulmanes, también existen claras diferencias entre sunismo y chiismo; por un lado, y entre aquellos que creen en Yihad y los que no.
Todos ellos quieren regir el comportamiento de los hombres, en vías de conseguir un tipo mejor de ¿existencia? Después de la muerte. Donde el sacrificio es lo primordial para expiar los pecados.
Nos han complicado la vida, de la que estamos seguros, en aras de otra vida en la que sólo creemos por fe. Nos hacen negar una parte importantísima de nuestra composición, lo sensible, para darle preferencia a una espiritualidad que no se sabe bien a bien en que consiste, porque de una cosa estoy seguro, no supone la inteligencia. A la voluntad se le domina por el miedo.
Hasta aquí, la pregunta es: ¿De qué somos culpables? ¿En qué consiste el gozo después de esta vida? La versión musulmana supone la sensualidad, el cristianismo, la contemplación. Un mar de supuestos que al fin concluyen en que serás feliz. ¿Cómo voy a ser feliz? ¿Y si yo les dijera que ya soy feliz, con lo que tengo en esta vida?
En el plano de lo político, es exactamente lo mismo. Diferentes tipos de gobierno se nos quieren presentar como la panacea. Las utopías han surgido desde los griegos. Platón y Aristóteles imaginan forma de gobierno. A partir del 800 se plantean gobiernos universales teniendo como cabeza al emperador Carlo Magno o a la iglesia. En el renacimiento se dan nuevas utopías. A partir del siglo XIX renace el socialismo con una nueva visión, la marxista; y el liberalismo que también tendrá diferentes tipos de aplicaciones.
Los marxistas se contraponen entre sí, Stalin VS Trotsky y todos los demás oponentes que desaparecieron en las purgas. También existen diferencias con Mao. Los Kim se convirtieron en una nueva monarquía y así asistimos al nacimiento de los fundamentalismos.
En el siglo XX se provocan las guerras más atroces. Nazismo y Fascismo son nuevas versiones de lo mismo. Los pueblos tienen que inmolarse porque desde arriba; alguien les vende la idea de que así son las cosas. Los kamikazes japoneses anteceden a los Yihadistas que se estrellan en contra de las torres gemelas. Putin le pide a la juventud rusa que se sacrifique para vencer a Ucrania.
Siempre ha sido la lucha de todos contra todos, donde los que saben pescar a río revuelto son los únicos ganadores.
La sociedad perfecta o el paraíso, ¿En dónde están? ¿Por qué habremos de pagar tan caro lo que sólo es producto de la imaginación?
De lo único que tengo seguridad es del aquí y del ahora. Mi lucha es que estas circunstancias no me ahoguen la vida cotidiana. Luchar por ejercer mi libertad hasta donde sea posible. Mi vida depende de mi voluntad. No soy oveja para requerir de un pastor.
Tengo que convivir con los otros. Para ello son las leyes que convenga a todos; no solamente a un sector. Para eso hay que pactar.