Las elecciones del día 2 de junio representaron un gran ejercicio político de la democracia mexicana; no dude que el conteo del proceso electoral fue suficientemente exacto para aceptar los resultados.
Desde luego que hubo muchas irregularidades; entre las más graves podemos citar la falta de boletas en muchas de las casillas, el retardo en inicio y proceso, acciones dilatorias que exasperaron a muchos mexicanos, la violencia -afortunadamente limitada- de radicales que agredieron a ciudadanos y las denuncias en redes sociales, con documentos que son creíbles. Todo debería ser aclarado.
Fue evidente la participación ilegal de AMLO, con sus permanentes ataques a la oposición, promoviendo la desunión entre chairos y fifís, presionando a gobernadores y otros políticos del interior del país, uso de trabajadores del estado para promover candidatos de puerta en puerta y, tristemente, la compra de votos con nuestros dineros escamoteados.
También se infundió temor a los votantes -todos los partidos-, alterando a los ciudadanos; la administración de los recursos económicos de la nación en forma discriminatoria -Coahuila lo sufrió particularmente con permanentes retenciones y/o retrasos de entregas- y la deficiente -intencionada y/o por ineficiencia- lucha contra la violencia y el narcotráfico.
De cualquier forma y quizá sumando todas las irregularidades, no serían suficientes para que la oposición alcanzara la Presidencia de la República.
La Cuarta Transformación seguirá adelante y la oposición continuará enfrentándola, dando bandazos y desaciertos, obstinados en continuar con métodos y procedimientos errados.
Algunos partidos parecen gravemente enfermos político/socialmente y otros desahuciados o muertos. Todos sus politiqueros se niegan a "soltar su liana" y en repetidos casos retienen el poder creyéndolo derecho hereditario. PAN y PRI protegiendo a fracasados.
Las interrogantes se presentan ante preguntas de las que habremos de recibir respuestas con las acciones de Claudia Sheinbaum Pardo, primera presidenta en la historia de México.
Le propongo hagamos una evaluación -como en la escuela- de nuestras seguridades, temores y esperanzas para el próximo sexenio, considerando las áreas de fortalezas, potencialidades, peligros y oportunidades nacionales para atender la problemática del país, considerando los últimos seis años.
A cada respuesta positiva sume un punto y al final multiplique por 5 para obtener una calificación sobre 100 y evaluar su criterio. ¿Optimismo… preocupación… esperanza… seguridad?
1.- En la nueva administración nacional, ¿piensa se buscará sanear el gasto público?
2.- ¿Adquiriremos mayor endeudamiento y aplicarán otro plan de pago para desinformarnos sobre la sobrecarga de intereses por la deuda?
3.- ¿Cree que la política interior atenderá y obtendrá resultados positivos con sus planes y programas de trabajo para cubrir -al menos mejorar- las condiciones en relaciones de negocios y la hasta ahora mala imagen?
Tendremos mejoría en:
4. Seguridad pública y personal.
5. Ofrecernos educación de calidad, no solo en desordenada cantidad.
6. Empleo con salarios y condiciones laborales justas.
7. Salud, para todos, aunque no alcancemos a Dinamarca.
8.Vivienda.
9. Servicios Públicos eficientes.
10. Combatirá eficientemente a los criminales y sus sanguinarias acciones?
11. ¿Promoverá y logrará la armonía nacional, buscando un ambiente verdaderamente democrático, incluyendo a partidos y partidarios políticos opositores?
12. ¿Habrá relación respetuosa con TODA la iniciativa privada de México, logrando acuerdos para el beneficio común, promoviendo el empleo con justicia laboral?
13. ¿Las sociedades civiles -ONGs- recibirán el beneficio de cambios de política en solidaridad a su trabajo de servicio social, apoyándolas para que sobrevivan?
14. ¿Se combatirá la evasión fiscal DE TODOS los mexicanos, sin importar posiciones o relaciones, con resultados transparentes y medibles en eficiencia, aplicando la ley?
15. ¿Se atenderá y mejorará sensiblemente la eficiencia y eficacia de la burocracia federal en todo el país?
16. El nuevo gobierno, llamado "segundo piso de la 4T" ¿buscará mejorar sus relaciones diplomáticas con TODAS las naciones, buscando el beneficio nacional?
17. ¿Se buscará y logrará contener los diferentes tipos de abuso de autoridad ejercida por los administradores públicos federales?
18. ¿Se buscará, al menos contendrá, la corrupción que nos agobia, combatiéndola, incluyendo a las altas esferas de política y empresariado nacional?
19. Los mexicanos ¿recibiremos información oportuna y verdadera sobre nuestra realidad nacional?
20. ¿El trabajo de la nueva administración se dejará sentir en la economía del hogar?
Pregunta de rescate: ¿Ya analizó qué pasó?
Espero que podamos mejorar en justicia social, solidaridad, subsidiaridad y otras trascendentes, como bien común, bondad, justicia y misericordia. ¿Le parece cursi?
Seguramente puede incluir otros ítems al presente examen, que es solamente una propuesta de evaluación de cada uno de nosotros. Con el tiempo podremos confirmar los resultados obtenidos y sus costos.
Sin duda -"haiga sido como haiga sido"- la mayoría de los mexicanos elegimos un gobierno de izquierda, que se suma a otros latinoamericanos que, declaradamente, pretenden cumplir con sus ideales políticos/sociales.
Ojalá aparezca la soñada administración del servicio capaz, honrado y bien intencionado. ¿Lo cree posible?
ydarwich@ual.mx
