Al menos el 58% de los habitantes del minúsculo territorio padecían hasta octubre de 2023 inseguridad alimentaria. (JOSÉ DÍAZ / EL SIGLO DE TORREÓN)
El derecho a existir de los pueblos de Israel y Palestina (actualmente dividido en los territorios de Cisjordania y Franja de Gaza) ha tensado el clima sociopolítico en una región convulsa y bélica, históricamente conflictiva con un fuerte arraigo religioso musulmán, judío y cristiano.
La paradoja de Israel gira alrededor de las Naciones Unidas y la historia del pueblo judío previo a su nacimiento como un país soberano.
Por un lado, el Estado israelí existe desde el 14 de mayo de 1948, fecha en que se declaró como nación independiente tras una resolución de la ONU fechada en noviembre de 1947, un acontecimiento ligado al final de la Segunda Guerra Mundial y al dominio británico en Oriente Medio.
Por el otro, no deja vulnerar y socavar sistemáticamente todas las resoluciones del mismo organismo que le dio vida y reconoció su legitimidad ante la comunidad internacional.
ORIGEN DE ISRAEL, DESARROLLO Y CONFLICTO
La resolución de las Naciones Unidas de 1947 detallaba que la región donde se encuentra establecida actualmente se dividiría en dos junto con la antigua provincia otomana de Palestina, sin embargo, los esfuerzos prontamente se vieron socavados por situaciones ajenas a los intereses del organismo internacional.
De acuerdo a la Enciclopedia británica, poco después de su Declaración de Independencia el primer Estado judio de la época moderna tuvo un conflicto bélico, la llamada Guerra de Independencia, donde la coalición árabe de Egipto, Jordania, Líbano e Irak se alzó en armas contra Israel; los embates duraron 15 meses y al menos seis mil israelíes, entre civiles y militares, fallecieron.
Si bien los acuerdos de paz llegaron posteriormente con Egipto y el reino de Jordania, el país de aproximadamente nueve millones de habitantes se mantiene en conflicto con el pueblo palestino y sus líderes --Autoridad Nacional Palestina en Cisjordania y Hamas en la Franja de Gaza--.
La escalada contra los palestinos escaló con la toma de Jerusalén por parte de Israel en 1967, cuya importancia radica en las raíces religiosas de la región; aunado a ello, los acuerdos de las Naciones Unidas que dieron vida a Israel sostienen que dicha ciudad sería dividida entre ambos países como capital, pero esto no ha sido respetado.
Cabe recalcar que Tel Aviv, fundada en 1909, fue en un inicio la capital de Israel, además es la ciudad más poblada de dicho territorio y considerada su centro cultural y económico.
La prosperidad de Israel radica, entre otras cosas, en la llamada Ley del Retorno, que regula el derecho de los extranjeros a recibir la residencia permanente o nacionalidad y solo aplica para judíos. Esto ha facilitado la llegada de personas de diferentes países con un alto nivel educativo; se suman las grandes sumas de dinero donadas por diferentes naciones así como personalidades judías y las inversiones y subvenciones alemanas, como son las reparaciones por el Holocausto y otros capitales provenientes de Estados Unidos, su histórico aliado.
Israel se sitúa como la 22a economía global de 191 países según el Índice de Desarrollo Humano (IDH) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Por otro lado, colindante al Mar Mediterráneo, Israel y Egipto, está la Franja de Gaza, un antiguo territorio del Imperio Otomano, considerado por los palestinos como "la mayor cárcel al aire libre" del mundo y calificada por el resto de la comunidad árabe y persa como "la ratonera".
En ese territorio, de 365 kilómetros cuadrados y más de dos millones 500 mil habitantes se han librado diversas guerras que tienen como fin el control de la zona.
La Franja de Gaza, tierra de ocupaciones y tensiones, ha sido epicentro del desprecio de los líderes de Israel; como antecedente, en septiembre de 1992, el primer ministro israelí Isaac Rabín, asesinado en 1995 por un extremista palestino, declaró ante el Gobierno de Estados Unidos que "me gustaría que Gaza se hundiese en el mar, pero eso no va a suceder, así que hay que buscar una solución".
A 30 años de las declaraciones, la solución no se ha presentado y la comunidad internacional ha presionado para la creación y legitimidad de los dos Estados.
Gaza fue parte del Imperio Otomano hasta 1917, sin embargo, tras el fin de la Gran Guerra o Primera Guerra Mundial, pasó al dominio británico, el cual se comprometió a la creación de un reino árabe unificado.
Sin embargo, durante la Conferencia de Paz de París de 1919, las potencias europeas vencedoras frenaron el acuerdo británico-otomano, por lo que surgieron diversos territorios que pasaron a la tutela de dichas naciones. Palestina pasó al dominio de Londres bajo la autorización de la Sociedad Naciones, organismo que antecedió a las Naciones Unidas.
Con la declaración de Independencia de Israel y el estallido de la Guerra árabe-israelí en 1948, el dominio británico sobre el territorio cesó; el conflicto provocó un éxodo masivo a la Franja, donde la mayoría de sus habitantes son refugiados o descendientes de los mismos.

Al final del conflicto y tras la firma del armisticio, el territorio quedó bajo administración egipcia hasta 1967, año del estallido de la Guerra de los Seis Días.
Con la victoria sobre la Coalición Árabe Unida --denominación oficial de Egipto y Siria--, Jordania e Irak, Israel ocupó la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén del Este, desencadenando una serie de conflictos que se mantienen hasta nuestros días.
HAMAS Y EL BLOQUEO
Hamas, considerada una organización terrorista por Estados Unidos, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la Unión Europea, y diversos países de la comunidad árabe, gobierna de facto la Franja de Gaza desde junio de 2007.
Su ascenso al poder tiene su origen en las elecciones parlamentarias de 2006 cuando la organización político-militar, Fatah, perdió los comicios y posteriormente estalló un conflicto civil entre ambas facciones por el control de la Franja de Gaza.
Cabe recalcar que las tensiones entre ambos grupos existían décadas atrás y actualmente su situación es definida como irreconciliable.
Pertenecientes a la corriente sunita del Islam y apoyados por Irán así como los rebeldes hutíes de Yemen, la llegada al poder de las también llamadas Brigadas de Al Qassam derivaron en un bloqueo terrestre, aéreo y marítimo, el cual ha restringido la entrada de mercancías que van desde alimentos e insumos clínicos y medicinas, así como la limitación de desplazamiento de los residentes tanto dentro como fuera de la zona.
El bloqueo a la Franja de Gaza ha tenido un efecto devastador en su población, que de acuerdo con Amnistía Internacional y previo al estallido de la Guerra entre Israel y Hamas en octubre de 2023, un 38 por ciento de la población vivía ya en situación de pobreza extrema.
Al menos el 58% de los habitantes del minúsculo territorio padecían hasta octubre de 2023 inseguridad alimentaria y el 75% eran beneficiarios de ayuda humanitaria.
Sobre el territorio, de acuerdo con el organismo internacional, el 35% de las tierras agrícolas y el 85% de sus aguas de pesca están parcialmente o totalmente inaccesibles. A esta crisis generada por el bloqueo se suma que el 90% del acuífero principal de Gaza no tiene agua potable.
Si bien Fatah --acrónimo del Movimiento de Liberación Nacional Palestino-- reconoce el derecho de Israel a existir, Hamas ha jurado destruirlo y en su lugar construir un Estado Islámico, por lo que ha sido responsable de diversos ataques con misiles y otro tipo de agresiones contra el Estado judío desde su ascenso al poder a través de las armas.
La política de Hamas también tiene como antecedente la Ley de Bienes Ausentes de 1950 y la Ley de Asuntos Legales y Administrativos de 1970, los cuales dictan que la población palestina tiene prohibido reclamar propiedades perdidas durante el conflicto de 1948 y el permiso de exclusivamente a los judíos reivindicar tierras y propiedades supuestamente propiedad de judíos en Jerusalén Este antes del establecimiento del Estado de Israel en 1948.
A esto se suma la Política de Asentamientos de 1967, la cual ha beneficiado, de forma ilegal por la violación de los estatutos por los cuales se formó el Estado de Israel, a los israelíes, pero despojando de mayor territorio a los palestinos, principalmente a los gazatíes.
La impunidad de las acciones israelíes por parte de la comunidad internacional ha derivado en que el Estado judío solo haya cumplido, desde 1948, un 0.5% de las resoluciones impuestas por Naciones Unidas, de acuerdo con el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU.
Hamas es considerado una de las principales amenazas para Israel, y de acuerdo con el primer ministro Benjamín Netanyahu, la guerra continuará hasta la aniquilación total del grupo terrorista.
En la misma línea del ex primer ministro Rabin, Netanyahu asegura que cuando el conflicto armado llegue a su fin, será Israel quien administre la Franja de Gaza, declaraciones que han alertado a la población internacional, dado a que socavan los esfuerzos de la creación de Dos Estados, conectando a Palestina a través de un corredor humanitario y con salida al mar, como solución al conflicto.