Que gusto y que placer poder saludarlos amables lectores, esperando que hayan pasado felices fiestas en esta temporada y deseándoles lo mejor para este 2024. Al que esperemos que tenga un buen año es a Santos Laguna que tuvo un 2023 para olvidar, sin trascender en las fases finales, pero sobre todo convertido en el equipo mas goleado del año. La afición lagunera esta muy decepcionada con su equipo por la poca trascendencia, pero también por las formas de los altos mandos con las que han dirigido el plantel, sobre todo en la venta de jugadores insignia, no se diga el lugar que le han dado a la afición.
No es de nadie desconocido que en el último torneo, los únicos jugadores que se puede considerar que destacaron ampliamente son Juan Brunetta y Harold Preciado, el primero de ellos considerado el MVP de la temporada y el otro el campeón de goleo. Ante los pobres resultados, la consecuencia lógica de un equipo de futbol seria conservar lo mejor en jugadores y apuntalar las falencias notables. Tal vez contra todos los pronósticos lo que muchos de los aficionados temían podía suceder por el "modelo de negocio" del club, se marcharían las mejores piezas de este plantel.
Juan Francisco Brunetta se fue a Tigres en lo que era un movimiento esperado, aun sabiendo el malestar de la afición que se refleja en las entradas a los juegos, era entendible que una oferta así pagando la "cláusula de rescisión" era algo que no se podía despreciar. Como una herida más en la afición, parece inminente la salida de Harold Preciado lo que sería un claro divorcio definitivo de los fanáticos con la gente de pantalón largo. Sabemos que un equipo de futbol es una empresa que genera dividendos, sin embargo también entendemos que un club de futbol involucra sentimientos y emociones en la población a la que representa. Finalmente los que hacen fuerte a un equipo de futbol profesional es su afición, no solo económicamente, si no también como apoyo moral en los enfrentamientos, con identidad y eso se está perdiendo poco a poco.
El dicho "No todo en la vida es el dinero" parece aplicar en esta situación pues el club Santos Laguna necesita de sus aficionados, necesita de ídolos, jugadores insignia que puedan alentar su verdadera afición y cariño por el equipo. El negocio y el romanticismo no deben estar peleados, parece que en Santos no lo entienden así. Han llegado Franco Fagúndez y Santiago Núñez, la afición en lugar de aplaudir que lleguen jugadores de tal calidad ya están apostando si se irán al América, Tigres, Monterrey, etc. Por el bien de todos esperamos que este 2024 sea de mejores resultados para los Albiverdes, una nueva oportunidad para Pablo Repetto de poder trascender y lograr calificar directo a la liguilla. Mis mejores deseos para todos en este año que recién comienza.
Cristian Padilla
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